.Novela homoerótica para mayores de edad.
 
Capítulo 84
Bonding


Yoshi se sentó, separándose un poco del moreno. – Creo que deberíamos irnos de aquí. – él tampoco se sentía cómodo, aunque empezaba a sentirse más seguro gracias a las palabras de Akira. Lo miró a los ojos agradecido y notó cómo una pequeña línea de sangre bajaba por una de sus mejillas. – Akira, estás… - extendió la mano para limpiarle el corte, y sintió cómo si le hubieran dado un latigazo. Un trazo de sangre comenzó a manar de su brazo.

Kamio se quedó parado al escuchar aquello -Rei…- frunció el ceño más que cabreado -Haz lo que te dé la gana- le contestó totalmente enfurecido, ya sabía que se habia equivocado pero no podia decirle que no sabia qué hacer con él y después coger y decirle que entraría él sólo, como si todo hubiera ocurrido por su culpa -No estamos aquí por mi culpa y por mucho que me confundiera con esa puerta o por que soltase la mano de Akira no tienes porque decirme eso…

-Joder- Akira agarró a Yoshi pegándolo a él y sintiendo de nuevo como si algo les diera un trallazo abriendo su piel, cortando la piel de su mano y parte del hombro del pequeño. Miró alrededor, sin poder ver nada -Tenemos que salir de aquí!- dijo corriendo sin saber qué dirección tomar. Levantó la mirada para ver de nuevo aquella figura de capa negra que llevaba la mascara fantasmalmente blanca -mierda- dijo cambiando de direccion y metiendose por un delgado pasadizo entre las paredes de piedra que ni siquiera sabia si tendria salida.

El moreno se giró sorprendido. – No…..- sacudió la cabeza. – Eres un idiota, Kamio. No lo digo por eso. – desvió la mirada entre cohibido y triste. – Sólo que esto es asunto mío. Es mi hermano, no tuyo. Y tú no tienes por qué pasar por esto. Serás torpe y descuidado, pero aún así…… No, precisamente por eso – lo miró a los ojos nuevamente, decidido. – No quiero que te pase nada, Kamio.

Yoshi miró hacia atrás, sin saber por qué Akira había cambiado de dirección. Había estado tan empeñado en aferrarse al moreno, que no había visto nada más. Alzó la cabeza, sólo para ver cómo la abertura por la que acababan de entrar, se cerraba, dejando sólo piedra lisa, como si jamás hubiese estado allí en primer lugar.

Akira respiró agitado tirando de la mano de Yoshi y avanzando de lado por el estrecho pasadizo entre las piedras, todo se había oscurecido agobiantemente y se sentía claustrofóbico -Dios…no puedo avanzar más...- dijo con un tinte de desesperación en la voz, no le pasaba el pecho, era demasiado ancho -Debiste pasar tú antes…maldita sea!

El rubio lo miró igual de serio -¿No es asunto mío lo que te pase? Me encanta…¿no querías una relación seria? Te pusiste como un energúmeno dudando de que te quisiese sólo para follar y ahora te jode que te quiera ¡pues te jodes Rei! - el rubio le empujó el pecho -Me da igual si te preocupa que me pase algo o no, eres un egoísta.

- No….Akira….. – Yoshi lo miró asustado. Estaban atrapados allí y además Akira se molestaba con él. – Dijiste que íbamos a salir de aquí. Vamos a salir de aquí. – le apretó la mano, buscando una salida. Tenía que haber algo.

- ¿Egoísta?! ¿Dices que soy un egoísta? – el moreno lo empujó de vuelta. – Sólo me preocupo por tí, idiota! ¿Que no entiendes eso? O ¿es que nadie se ha preocupado por tí antes, eh? – le dirigió una mirada de furia. – Tú no entiendes nada….. No quiero perder a todas las personas a las que quiero. Inclusive si muero…..sabré que tú estás bien, grandísimo baka.

El moreno respiró agitado, tenía claustrofobia, notaba que comenzaba a sudar de manera enfermiza. Echó atrás la cabeza pegándola a la pared -Si hubieras pasado tú antes, al menos podrías irte tú…maldita sea- no podia dejar de respirar agitado y trató de pasarse entre las rocas sintiendo como le rasgaban la piel -No puedo … maldita sea JODER!!

-Sí, tienes razón, si te mueres mientras yo me tomaba un refresco en mi casa, rascándome la polla, me sentiré genial. De veras me encontraré genial Rei, me habrás hecho el favor más importante de mi vida- El rubio lo agarró del brazo, mirándolo enfurecido -Aún diciéndome que lo haces para saber que no me pasa nada, eso tambien es egoísta.

El chico de cabellos azules, le pasó la mano por el brazo a Akira, como tranquilizándolo. – Yo no me iría sin tí, Akira. No voy a abandonarte. – lo miró a los ojos, sumamente serio. – Creo…que tal vez. Deberíamos regresar por donde vinimos.

Rei lo agarró de la camiseta, como si fuera a golpearlo. – Idiota! Idiota….. – enterró su cara en el pecho del rubio temblando un poco, aún aferrado a su camiseta. – Pues seré egoísta, no puedo evitarlo. No puedo evitar querer que estés bien, a pesar de todo.

Akira lo miró a los ojos aunque apenas lo veía en la oscuridad -Tengo claustrofobia- confesó con la voz asfixiada por aquello -No sé…si puedo salir, creo que estoy atascado- dijo haciendo fuerza y por fin retrocediendo hacia donde estaba el menor -Tratemos de volver…rápido.

Kamio se quedó mirándolo un segundo asombrado, antes de abrazarlo -Está bien…si es lo que quieres, me quedaré- dijo totalmente serio y muy a su pesar. Si eso era lo que tenía que hacer para que no se enfadara estaba bien, como fuera.

- Bien – Yoshi le tomó la mano, echando a correr hacia la pared que aparentaba estar completamente sellada, pero había estado abierta antes, así que tenía que haber una manera de salir. No sabía por qué pero cuando Akira comenzaba a perder el control, él sentía que tenía que retomarlo, como si ambos se balancearan. Ya no permanecía con él sólo por esa promesa, realmente lo hacía por su propia voluntad. La hendidura en la piedra se abrió súbitamente, revelando a aquella figura encapuchada que Yoshi no había sido capaz de ver antes. El chico saltó hacia atrás, lanzando un grito y chocando con Akira.

Rei alzó el rostro, mirando al rubio a los ojos, pero su mirada ya no denotaba cabreo, más bien, tristeza. – Gracias, Kamio. – se dio la vuelta, lo más rápido que pudo. No era cierto, no deseaba quedarse sólo. Pero tampoco quería ponerlo en peligro. Ya ni sabía lo que quería. Dejó escapar un suspiro resignado. – Sígueme – lo condujo hasta una bifurcación en la que se veían tres entradas, tres cavernas. Ninguna parecía ser distinta de la otra.

El chico de gafas sujetó a Yoshi de la mano aprovechando que estaban en la zona amplia y lo empuj+o bruscamente hacia el interior - Aprovecha y vete- le dijo sin apartar la mirada de aquella figura y echándose hacia atrás de espaldas empujando al chico a su paso hacia donde él habia quedado atascado -date prisa, tu puedes escapar, yo no- lo miró al ver que no reaccionaba -Vamos- le pidio de forma calmada o más bien todo lo calmado que podia, un extraño sonido como si hubiera miles de pájaron piando inhundo la caverna resonando en sus pasadizos.

Kamio lo siguió, apartandose un mechón de pelo de la cara -Rei…tu no quieres que te deje solo ¿verdad?- dijo viendo la cara del chico y sin prestar atención a las tres cavernas, al fin y al cabo, él no tenía ni idea de que camino debían de tomar. -¿Para qué me pides que haga cosas que no quieres que haga y que yo no quiero hacer?

- No! No voy a dejarte, Akira! – Yoshi miró a todos lados, asustado, intentando hallar otra salida, pero no había caso. Desde detrás de la figura, surgió una enorme bandada de cuervos, volando hacia ellos. Yoshi tomó la mano del moreno nuevamente, armándose de valor, aunque por dentro no se sentía nada valiente, pero era eso, o quedarse allí y morir. – Cierra los ojos! – gritó, haciendo él lo propio, a la vez que echaba a correr entre ellos, rogando por que pudiesen pasar a pesar de aquella figra encapuchada, y sintiendo cómo los picos y las garras de los animales le arañaban la cara y los hombros.

- Porque…..lo que yo quiera o no quiera, no es lo que realmente importa. –le contestó Rei, sin querer mirarlo. Más bien, examinando el techo de las cavernas hasta que dio con un símbolo algo extraño. – Es por aquí.

El moreno lo sujetó, tratando de cubrirlo con su cuerpo y soportando como podía los ataques de los pájaros, los graznidos de las aves negras parecía ser ya lo único que se pudiera oír a parte del latido de su propio corazón galopando asustado en el pecho. Alzó la cara cubriéndose con la mano, para ver cómo la capa negra se deshacía en más cuervos mientras la atravesaban como podían, aquello era una locura. La máscara cayó al suelo y escuchó cómo Yoshi la pisaba y la partía bajo su pie, con el sonido de la porcelana estallando contra la roca. De repente todo se hizo el más absoluto de los silencios mientras los cuervos se posaban bien en el suelo o en las ranuras de la roca observándolos.

El rubio lo siguió deteniéndolo y sujetándolo por los hombros para voltearlo -Para un poco ¿sí? A ver si eres capaz de comprender que a mí sí me importa lo que tú quieras por encima de todo, pero eso no te haría feliz, más bien todo lo contrario…- le levantó un poco la cara para besarle los labios aunque no podia dejar de pensar que no era el mejor lugar para ello, le sujetó la mano apretándosela -Deja de hacerte el héroe, estás cagado y yo también.

Yoshi se fue deteniendo poco a poco ante el silencio. Se dio la vuelta para ver a todos aquellos pájaros observándolos en silencio. Aquello era más amenazador si cabía que el que simplemente los hubiesen seguido atacando hasta que salieran de allí. Se aproximó a Akira, pegándose a su espalda.

- No intento hacerme el héroe. – Rei le tocó la mejilla, sonriendo cínicamente. – No he sido un héroe jamás, ni tengo deseos de serlo. Pero creo que si seguimos así, algo malo va a pasarte, tarde o temprano. Por culpa mía. – se dio la vuelta algo rojo. Aún en esas circunstancias, le daba verguenza el ponerse cursi. – Eres un baka, y un fastidioso, y sólo sabes enfadarme. Pero quiero seguir enfádandome contigo.

Akira se volvió de espaldas, abrazándolo contra él -No sé qué podemos hacer…tal vez si nos movemos nos ataquen, pero tampoco podemos quedarnos aquí parados sin tratar de escapar, el resultado seria el mismo tarde o temprano- analizó lo mas sosegado que pudo, buscando una salida con la mirada -A la derecha tuya hay una cueva, está bastante cerca o al menos más próxima que el resto de las salidas- le sujetó la mano y corrió sin previo aviso hacia ella sintiendo como repentinamente los cuervos levantaban el vuelo de nuevo, cerniéndose sobre ellos con aquellos lastimosos graznidos. El moreno consiguió atravesar la cueva con Yoshi de su mano y se cubrió la cara con la otra, al sentir las espesas telas de araña que atravesaban el agujero en todos sentidos, se dio la vuelta para observar como los pájaros de nuevo se habían detenido a la entrada de la cueva y los observaban otra vez como expectantes a su salida.

-De acuerdo, prometo que seguiré cabreándote todas las veces que me sea posible, de todos modos me resulta inevitable- confesó palmeándole el culo mientras se acercaba a él y metiendo la mano en el bolsillo del pantalón del chico para apretarle la nalga -Da igual, aún no nos vamos a morir, que sólo hemos follado una vez y ya…puff fue hace tanto tiempo que casi ni recuerdo- sonrió de medio lado apartándose el flequillo con un soplido.

- Akira……..- el chico miró nervioso a todos lados. Aquello no le gustaba tampoco. Era como si estuviesen atrapados y su única elección fuera cual sería el menor de los males. Se sacudió el cabello, quitándose algunas telarañas, y escuchó un ruido, al parecer proveniente de lo más profundo de la cueva. Apretó la mano del moreno, apremiante.

- Fue hace unas horas! – le contestó el chico apartándose medio cabreado. –De veras que eres un idiota. – aunque sonrió un poco para sí, ya de espaldas al rubio. – Mejor sígueme y no hagas tonterías.

Akira levantó la mirada rápidamente hacia el fondo de la caverna para ver aparecer con la mayor de las velocidades una enorme araña negra cuyo rostro estaba cubierto macabramente por la mascara que Yoshi había pisado hacia solo unos instante -Dios!! Corre Yoshi- lo agarró de la mano, arrastrándolo de nuevo y viendo cómo los pájaros, en vez de atacarlos huían sobrevolando la cueva y graznando cada vez de forma más potente como advirtiéndose unos a otros del inminente peligro.

-Pero si no hago tonterías…esto es una acción muuy buena. Además, como ya veo que siempre dices lo contrario de lo que quieres, no te haré ni caso a lo que me pidas- dijo semi-mintiendo -¿Cómo sabes que fue hace unas horas? No sé si tú te habrás fijado pero ….- levantó la mano para mostrarle su muñeca en donde el reloj digital marcaba las 00:00 -como que las doce de la noche ya hace mucho tiempo que las hemos pasado ¿no crees? Y no sé tú, pero a mi me parece que llevamos siglos aquí…- igualmente lo seguía por aquella caverna sin cuestionarle -Oigo ruidos raros…pero es lejos ¿no los oyes?- confesó algo nervioso.

- Yo….también los escucho – Rei se detuvo, prestando atención. Aunque le hubiesen indicado el camino, eso no significaba que estuviera libre de pleigros. Claro que no había visto ningún problema en su sueño, pero sólo era un sueño, ¿cierto?

Yoshi echó a correr, con el corazón en la garganta. Al menos, los pájaros se apartaban y los dejaban escapar. – Mira! – señaló hacia otra abertura un poco más angosta que se vislumbraba a un lado de la cueva., a la vez que sentía cómo algo pegajoso le envolvía la pierna.

El rubio lo miró fijamente -Da igual, tampoco tenemos otro modo de salir, así que aunque nos dirijamos a la boca del lobo…no tenemos ninguna opción mejor ¿no crees? Y tal vez…tal vez esté tu hermano metido en ese jaleo ¿no crees que podría ser? Podría darse esa posibilidad- el rubio lo miró un tanto desesperado porque hubiera alguna manera de enmendar su error.

Akira miró hacia abajo para ver por qué no caminaba el moreno y tenía que tirar de él -¿Qué pasa Yoshi?- el moreno bajó la mirada siguiendo la de Yoshi para ver una especie de tentáculo que se enroscaba en la pierna del morenito saliendo de la tierra misma -Joder!!- se acercó pateando lo que fuera aquella cosa sin conseguir nada. Sacó el cuchillo que llevaba, cortándolo mientras no podía dejar de mirar como el extraño aracnido se acercaba, cortó al fin aquel tentáculo que se retoció expulsando un extraño líquido negro que parecía quemar -Vamos- dijo tirando de él y empujándolo hacia la ranura que había encontrado el chico -Deprisa Yoshi- si entraban aquel animal infernal no podría atraparlos, aunque más le preocupaban los tentáculos que comenzaban a salir de la tierra.

- Creo que debemos apresurarnos entonces. – el moreno aceleró el paso nervioso. No quería imaginarse que algo le pudiese estar sucediendo a Yoshi y él como si nada.

Yoshi obedeció al moreno, con toda la velocidad que le permitían sus cansadas piernas. Podía sentir cómo aquellas cosas, lo rozaban, intentando agarrarlo. Una vez, estuvieron dentro de la ranura, aquel terrible animal aceleró la velocidad, luchando furioso por entrar en el agujero, intentando alcanzarlos a pesar de todo. El chico dio unos pasos hacia atrás, sin poder pronunciar una palabra de lo asustado que estaba, y sin percatarse de los nuevos tentáculos que surgian de la roca, sujetándolo por la garganta y apretando con fuerza, cortándole la respiración. –Ajhh…….-el chico jadeó, halando con sus manos, tratando de liberarse. Miró a Akira y abrió los ojos con desesperación, al ver que también surgían unos, de la pared a espaldas del moreno.

El moreno se vió empujado hacia atrás por los tentáculos negruzcos que se enroscaban en su pecho. Trató de soltarse desesperado sintiendo como las manos se le inundaban del líquido gelatinoso y resbalaban por él, sin lograr nada -Cógelo- dijo extendiendo el brazo hacia Yoshi para que cogiese el cuchillo y se deshiciese del que oprimía su cuello. Al menos él. por el momento, no estaba en una situación tan grave aunque comenzaba a sentir como oprimian sus costillas hasta el nivel de notar como si fuesen a partirse por la presión. Apretó la mandibula sin decir nada tratando de no poner aún más nervioso al chico. Para él que sin duda sería bastante difícil cortar los tentáculos que se enroscaban en su propio cuello.

-Rei…- el rubio se quedó mirando perplejo, de nuevo estaban en aquella habitación y las puertas volvían a estar alrededor de ellos -¿Qué es esto? ¿no se suponía que ibamos hacia la salida?- giró a su alrededor nervioso.

Yoshi tomó el cuchillo. Con la mano algo temblorosa, e intentó cortar uno de los tentáculos, aunque no le era fácil, entre el movimiento de estos, el temblor de su mano, y la debilidad que se iba acrecentando. De todos modos siguió atacando desesperado, sintiendo como aquel asqueroso líquido negro le resbalaba por las manos. Al fin consiguió liberarse, aunque se había arañado un poco su propio cuello y lo tenía terriblemente rojo. Cayó al suelod e rodillas, jadeando, desesperado por el aire, pero no tenía mucho tiempo de reponerse. Inmediatamente corrió hacia Akira atacando los que sujetaban al moreno, sin poder dejar de jadear.

- No, no lo sé. – Rei miró a su alrededro, llevándose una mano al cabello, agobiado. – Tal vez era una trampa, o tal vez, me equivoqué de entrada…… No lo sé. – sacudió la cabeza. – Pero……lo cierto es que tenemos una segunda oportunidad, ¿no? – era extraño. Aquella niña le había dicho que no había vuelta atrás. ¿Le había mentido? O ¿se estaban metiendo en un nuevo problema?

-Estamos suponiendo que estamos en la misma habitación Rei, pero tal vez…puede que simplemente sea una habitación exactamente igual, precisamente para confundirnos ¿no es así? Dime…escojamos ahora la puerta que se suponía debíamos haber escogido…Por cierto, ya no se oye nada- el rubio se calló escuchando pacientemente sin que nada más que sus propias respiraciones se escuchasen en la sala.

Akira tomó el cuchillo de las manos del moreno, rajando él mismo los tentáculos que lo cubrían costosamente, parecía como si fueran de goma y el cuchillo apenas los traspasaba más que de una costosa manera. Golpeó con el pie uno que comenzaba a tratar de salir de la tierra y sujetó la mano de Yoshi para internarse más en aquella caverna sin saber si aún sería una idea peor. Corrió con el chico de la mano sin detenerse, sintiendo los tentáculos rozando la piedra con un sonido arrastrado y sordo acercándose a ellos.

 
 

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