.Novela homoerótica para mayores de edad.
 
Capítulo 9 - Let's Do Lunch!


El rubio en la cabina seguía observando cómo evolucionaba Shiryou acostado en la camilla sin moverse en lo más mínimo, tan sólo temblando de vez en cuando al sentir los líquidos penetrando en sus venas. Ni siquiera tenía que haberlo forzado a ir, se había dejado llevar dócilmente.

Jaken sacó los múltiples tubos que había conectado al moreno y los líquidos derramaron unas cuantas gotas en el suelo. Deslizó un algodoncito empapado en alcohol por las heridas abiertas por las agujas en la piel del chico, sonriendo. Se había percatado de que hoy su imp había permanecido en él y que ni siquiera hablaba, se limitaba a dejarle hacer su trabajo, desde luego temía el por qué aunque aún no sabía sus intenciones. Había mandado llamar a Shisou para que le informase sobre lo que Tama y el moreno habían hablado en cuanto acabase y se cruzó de brazos aún sin desatar a Shiryou esperando a la llegada del otro.

Shisou entró en la cabina, saludando al doctor con una sonrisa. Venía de buen humor por lo fácil que le estaban resultando las cosas el día de hoy. – Jaken sensei, ¿todo bien? – le peguntó, mirando al chico en la camilla.

-¿Hum? Ah sí… mejor que nunca- contestó el rubio sonriendo y haciendo obvio que estaba ansioso por conocer los motivos del moreno para comportarse tan solícitamente. Apoyó la mano en el hombro del más joven saliendo de la sala y cerrando la puerta a sus espaldas -¿Qué has averiguado?- preguntó cruzándose de brazos a la expectativa.

Shiryou se remeció en la camilla apretando las mandíbulas y aguantándose los deseos de destrozar las ataduras esperando a que lo soltaran "no, no vayas a averiguar Jaki, lo joderás todo, estate quieto", habló mentalmente con su imp que curioso deseaba desprenderse de él.

- Pues, no parece haberle dicho mucho. Bueno, lo normal, que viene del exterior y eso.....pero Tama no tiene idea de a qué se refiere. – se encogió de hombros despreocupado. – También me dijo el nombre de su imp, Jaki, aunque no sé si eso le sirva de algo. Y por supuesto, le pidió que lo mantuviese en secreto. Lo mejor de todo, es que Tama tiene la impresión de que Shiryou jugará con él. – finalizó, sin poder evitar reírse ante la sola idea.

El rubio se rió con los labios cerrados su pecho subiendo y bajando bajo sus brazos -Le dejaremos creer que consigue lo que quiere sólo por ver lo que sucede- sugirió guardándose ambas manos en los bolsillos de la bata blanca -Acompáñame a la sala, lo soltaremos y tal vez se revuelva, aunque no lo creo si quiere salirse con la suya. De todos modos, si va a pedirme algo se lo haremos más difícil con la presencia de ambos… - sugirió pensando en lo humillante que resultaría para el irritable moreno -Si hace algo… ocúpate tú, no quiero que te aburras- dijo pasando la mano por la mejilla de Shisou y sonriéndole deslizando el dedo hasta su mentón y levantándole la cara antes de que el contacto se desprendiese totalmente.

Shiryou se giró al escuchar que la puerta se abría de nuevo "sé que él también está" contestó mentalmente a Jaki.

Shisou entró sonriendo, siguiendo al rubio y sintiéndose tontamente orgulloso, pero no podía evitar sentirse así cada vez que le daba tal participación. Por otro lado, se sentía emocionado ante la expectativa de lo que iba a suceder a continuación. Se preguntaba si Shiryou realmente podía dejar su orgullo de lado en esa ocasión. Tal parecía que iban a tener puros niños bien portados ese día.

El rubio comenzó a soltarle las correas a Shiryou -Ya puedes levantarte -le indicó al mareado chico que se levantó de la camilla trastabillando e inclinándose a punto de caer al piso. Jaken lo sujetó del brazo sosteniéndolo y este se revolvió soltándose y apoyando la mano en la camilla para aguantarse sin ayuda de nadie.

Jaken sonrió y miró a Shisou -Parece que quiere aguantarse sobre sus propias piernas…- dijo empujando la camilla con un pie, quitándole todo punto de apoyo. El chico se cayó al suelo hacia atrás apoyándose en los codos para levantarse a medias y sintiendo cómo cada vez se enfurecía más, pero no, él era más inteligente que todo eso.

-Doctor Jaken- dijo entonces con aquella voz oscura y rasgada -hoy querría comer en el comedor- pidió como si aquello le costase un mundo.

- Shiryou, ¿esas te parecen maneras de pedir las cosas? Se dice por favor. A ver, repite después de mí. “Jaken sensei, me permite comer hoy en el comedor, por favor? “ – se burló el moreno, sonriendo sarcásticamente, tentando al chico, a ver cuanto podía resistir.

El rubio apoyó la mano en su mandíbula rozándose los labios y esperando con el codo apoyado en su otro brazo divertido por Shisou.

El moreno frunció el ceño bajo la venda apretando las mandíbulas con fuerza y levantándose tambaleante del suelo, haciendo acopio de todas sus fuerzas para mantenerse en pie -. "Jaken sensei, me permite comer…"- comenzó a sonreír y pronto no pudo evitar estallar en una carcajada bajando la cabeza y llevándose una mano a la frente -Que te jodan!- dijo en tono desinteresado enseriándose de nuevo.

- No, no, no, así no era. – Shisou meneó la cabeza, hablando pacientemente, aunque en realidad, se estaba muriendo de risa por dentro. - ¿Lo intentamos de nuevo? Aunque con ese lenguaje, tal vez no deberíamos de todas maneras, ¿no cree, Jaken sensei?

-Humm… no, yo diría que no…al menos no hasta que aprenda buenos modales…- dijo el rubio sonriendo y mirando los ojos azules por un momento antes de dirigir de nuevo su mirada al moreno observando que estaba sin los grilletes.Por otra parte no le preocupaba en absoluto que se revolviese aún así, tardaría demasiado en quitarse la venda de cuero -Prueba de nuevo y tal vez… haga una excepción por lo bien que te has portado hoy- dijo jugando con él.

Shiryou se quedó en silencio esperando y evaluando la situación. Debía ser calmado, eso, calmarse, pensar y entonces actuar - "Jaken sensei, me permite comer hoy en el comedor, por favor? "- pidió entonces sintiendo que le revolvía el estómago aquella súplica, pero él obtenía lo que quería.

- Muy bien! Aprendes rápido, chico. – Shisou rió, hablándole como si fuese un niño pequeño. - ¿Qué dice, Jaken sensei? ¿Cree que puede salir a jugar?

-Bueno… como ha sido un buen chico tal vez… No está bien no premiarlo cuando se porta bien- dijo pasándole la mano por el cabello acariciándoselo y consciente de que aquello enfermaba al moreno. Sonrió al notar su expresión de ira contenida y le colocó los grilletes en las muñecas uniéndolos con una cadena, la que llevaba en el cuello para sujetarlo a la pared de su celda. No sabía cómo pretendía comer así, pero tampoco iba a soltarlo. De todos modos, ya se las arreglaría -Acompáñalo al comedor ¿me haces el favor, Shisou?- camufló mediante la educación la orden el rubio mirando al otro doctor y disponiéndose a tomar las muestras que había extraído del chico y entregándole al otro la cadena con la que llevaba a Shiryou más que nada por humillarlo que porque no pudiera llevarlo por otros medios.
-Shisou… querido, si se porta mal por el camino no lo mates pero menos eso, haz lo que quieras con el- autorizó el rubio sin dejar de sonreír antes de volverse de espaldas.

- Por supuesto – sonrió el chico, halando de la cadena, para llevarlo hacia fuera. – Ya oíste, sé buen chico y déjate pasear, ¿ne, Shiryou?

Shiryou esperó hasta que se hubo cerrado la puerta -Cabrón- murmuró al más joven y caminó arrastrado por las cadenas sin saber hacia donde se dirigían, puesto que nunca había ido al comedor. Jaki iba diciéndole lo que veía, pero aún así le hubiera gustado poder separarse para poder ver a través de los ojos del imp. Pero no sabía si eso haría que lo devolviesen al cuarto.

- Será mejor que seas agradable conmigo o puede que me enfade.... – lo amonestó el moreno, halando de la cadena con fuerza hacia delante.

El mayor tosió por la repentina falta de aire provocada por el empujón y la presión en su cuello -Sí… sensei- contestó el moreno hablando bajo y sonriendo de medio lado caminando tras él -¿Por qué no te quedas tú conmigo y no el doctor Jaken? Sensei- preguntó remarcando la última palabra.

A Shisou no se le pasó el tonito de superioridad que le dirigía. Rió entre dientes antes de contestarle. – ¿Tan pronto y lo extrañas? No te preocupes, yo soy suficiente para controlarte- se encogió de hombros, sin detenerse.

-No lo extraño, al revés sensei… te estoy diciendo que por qué no te quedas tú conmigo- repitió el moreno en un tono que poco menos le estaba llamando estúpido por no comprenderlo a la primera.

El moreno se detuvo súbitamente, observándolo de una manera que hubiese puesto nervioso a cualquiera, sonriendo levemente. - ¿Por qué, Shiryou? ¿Preferirías que me quedase yo? ¿Será que acaso piensas que soy más fácil de manejar? ¿Es eso? – lo haló de la cadena nuevamente, acercándolo a su rostro. – Ten cuidado con lo que deseas.....Tal vez yo haría algo más que sólo cubrirte los ojos.

Shiryou sintió el aliento del chico en sus labios y la tensión de la cadena en su nuca y sonrió de medio lado -¿Cómo qué? Sensei- preguntó, acercándose él aún más como si nada. Aunque realmente, sí pensaba que era más fácil de manejar seguramente, y le molestaba que conociese así sus pensamientos. De todos modos si creía que iba a asustar a alguien que quería morirse estaba confundido, o al menos no lo conseguiría tan fácilmente.

- Como esto – sonrió casi alegremente, concentrándose en el centro de su frente y ejerciendo presión sobre su mente. La sangre empezó a resbalar bajo la correa de cuero que tapaba su vista, mientras Shisou le enviaba a su cerebro la ilusión, y la sensación de dolor como si acabase de sacarle los ojos. Su sonrisa se extendió, mientras hacía más presión aún dentro de su cerebro, sin dejar de halarlo de la cadena.

-Aaaaagh…- Shiryou apretó las mandíbulas bajando la cara y apretándosela con ambas manos desesperado por aquel terrible dolor y notando cómo la sangre se escurría por su rostro "No" le pidió a su imp para que no hiciera nada por evitarlo, de cualquier modo no lo conseguiría por él mismo. No sabía qué pasaba, de hecho nunca le había echo nada aquel doctor, pero era imposible que le hubiera arrancado los ojos con aquella venda ¿no? Dolía como si fuera real, notaba como el sudor frío bajaba por su piel -Basta…- dijo sin separar los dientes ni un mínimo.

- ¿Me lo estás pidiendo u ordenando, Shiryou? . – lo haló una vez más de la cadena, soltándolo luego súbitamente, para dejarlo caer hacia atrás, sin detenerse ni un instante dentro de su mente. - ¿Qué se dice, Shiryou?

El moreno cayó al suelo empujado por el joven doctor y se alzó, cayendo de nuevo arrodillado. Apoyó la frente contra las baldosas golpeándose repetidas veces hasta sentir que la sangre manaba de su piel.

Shisou se quedó mirándolo incrédulo. ¿Qué estaba loco? No podía permitir que se matase, aunque no creía que se fuese a matar con eso. Pero tampoco podía permitirle pensar que llevaba el control. Redujo la presión, finalmente eliminándola por completo. - ¿Aún quieres ir al comedor o prefieres que te lleve de vuelta a tu habitación? De todos modos, no creo que mucho chicos se te acerquen viéndote así.

El moreno permaneció con la frente apoyada contra el suelo respirando agotado y levantó la cabeza poniéndose de pie con las manos colgando delante de sus piernas -Quiero ir…- insistió tirando de su cuello para halar de la cadena y apoyarse en la pared sintiendo la sangre colarse bajo la venda de cuero.

- Bien, seguimos con el paseo entonces. – sonrió alegremente el doctor, tirando de la cadena tras de sí, sin molestarse en limpiar la sangre de su frente. Si quería hacer el loco, pues que se viera como loco, era su culpa después de todo.

Shiryou caminó arrastrando los pies tras él y bajó la cabeza limpiándose la frente contra el hombro como pudo -Mámamela hijo de perra…- murmuró de nuevo, maldiciendo al doctor y sacudiendo la cabeza sintiéndose atontado por los golpes.

- Si sigues diciendo esas cosas, voy a pensar que te gustó. – lo haló nuevamente de la cadena, sólo para hacerlo perder ligeramente el balance. – Podría limpiar mi agenda y pasarme haciendo eso todo el día, en vez de llevarte al comedor, ¿quieres?

-Que te jodan ¿quieres? Sensei- el moreno sonrió, riéndose después compulsivamente -Me gustas mucho sensei… ya lo sabes, eres lo más femenino que tengo cerca en dos años- se burló, torciendo la boca.

Shisou se detuvo nuevamente, girándose, con el rostro distorsionado en un gesto de furia. –De veras creo que te gusta, ¿eh? ¿Para qué pides permiso si luego te vas a comportar así? – definitivamente, no le parecía buena idea que se acercase a Tama de nuevo. No quería que tuviese esos ejemplos. Se concentró de nuevo, esta vez inmovilizándolo para que no pudiese hacerse daño, y ejerció presión alrededor de su cuello, como si la cadena lo estuviese ahorcando. –¿Te diviertes ahora, Shiryou?

El moreno echó la cabeza adelante sujetando la cadena con ambas manos sin conseguir que la presión disminuyese, ya que estaba en su mente. Apretó más las mandíbulas sintiendo que se hinchaban las venas de su cuello dibujándose perfectamente en su piel pálida -Ahhhhhhh….- trató de tomar aire ahogado sin conseguirlo notando cómo el imp comenzaba a salir de su cuerpo en forma de una bruma azul y brillante en torno a él -Me en…canta… sigue… y má...tame- dijo como pudo.

Shisou rió, habiéndosele pasado el enfado, y más con aquellos efectos especiales. Se acercó al chico, hablándole en tono burlón. –Pero Shiryou, si te mato..... – lo liberó súbitamente. – no podrás ir a la cafetería. – se echó a reír, halándolo de nuevo.

El moreno tosió violentamente echándose hacia atrás en busca de aire -Ahhhhhhh…- aspiró con fuerza agarrándose la garganta y tosiendo de nuevo viéndose una vez más halado hacia delante por la correa. No parecía que fuese a matarlo o ya lo habría hecho, se limitaría a torturarlo una y otra vez. Sin embargo, le parecía que era más facil que Jaken puesto que en ocasiones parecía descontrolarse y querer perder los estribos, o al menos eso sentía él y eso veía Jaki "Serían dos pájaros de un tiro, él me mata a mí y Jaken lo castiga ¿o crees que lo mate? Sea como sea morirían" el moreno habló con su imp que se rió juguetón en su mente. Shiryou sonrió, dejando escapar una carcajada contagiado -Pero si me matas sensei… ya no necesitaré ir a la cafetería.

Se rió de nuevo caminando tras el joven doctor y se pegó a su espalda apoyando la cara contra la de él buscando su oído con los labios -Ya no te pares más a torturarme porque tengo hambre … y lo único que consigues con tus juegos, es que me ponga caliente… - susurró en su oído con aquella voz rasgada y seria esperando a su espalda sin moverse en busca de que perdiese los estribos o bien lo llevase de una vez a la cafetería.

- Shiryou, si lo que me quieres decir es que eres masoquista.......se lo haré saber a Jaken sensei. Así sabrá lo que quieres cuando estés en tu cuarto gritando que te maten. - Dio unos pasos hacia delante, separándose del chico y sonriendo, vuelta su compostura. – Aquí está la cafetería. – lo haló, empujando las puertas.

-Sádico de mierda… lo que pasa es que cualquier cosa que huela a tía como tú, en un sitio como este me la pone dura- el moreno se limitó a dejarse arrastrar al interior ya que obviamente no veía nada "busca a Tama", le pidió a su imp "y dime si lo ves" –Venga, suéltame ya, que sé que te gusta llevarme de trofeo.

- ¿Te suelto? Y ¿cómo sé que no vas a hacer otro de tus berrinches? O ¿es que te da vergüenza? – se sonrió el moreno, aún sin soltarlo.

-¿Cómo quieres que me avergüence si ni siquiera veo lo que tengo delante? Sensei, me importa una puta mierda lo que estos chalados, TU incluido opinen de mí… Sólo suéltame de una vez, llevo grilletes ¿pretendes que los mate a cabezazos? ¿a patadas?- el moreno dejó escapar la risa entre sus labios, pero Jaki aún no le decía si Tama estaba allí o no "Ya imagino que soy el único vestido de negro aquí, busca a Tama" insistió el moreno de nuevo a su imp.

- Viniendo de ti, no me sorprendería. Bien, ya te dejo para que juegues con tus amiguitos, pero no pienses que puedes hacer lo que quieras, ¿eh? Recuerda donde estás. – le advirtió por si acaso y soltó la cadena, haciendo una seña a los guardias para que lo mantuviesen vigilado.

-Desde luego que no, si no ya estarías muerto…- el moreno avanzó en la oscuridad absoluta Lle dije a ese baka que viniese a buscarme ¿Qué demonios espera?" preguntó a su imp al tiempo que fruncía el ceño "llévame a una mesa, guíame"

Shisou salió del comedor, aún medio sonriendo. Dudaba mucho que el chico pudiese llegar a cabecearlo antes de que él atacase. “A cada cual sus fantasías” se dijo a sí mismo, y se marchó por los pasillos.

Tama por su lado, se inclinó sobre sus rodillas mirando alrededor, y moviendo la cola curioso, en su asiento, buscando a Shiryou con la mirada, aunque le daba miedo que estuviese molesto con él. Por fin lo divisó, poniéndose contento de todas maneras. – Shiryou!!!! – corrió a su encuentro, deteniéndose al ver su estado, sorprendido. - ¿Por qué llevas cadenas? Y vienes vestido de negro, ¿eres peligroso? ¿Vino Jaki? Estás lastimado.... – se rascó la cabeza, mirando el rastro rojizo que aún se veía en su frente.

El moreno suspiró molesto por la cantidad de preguntas rápidas que le soltaba a la vez y dudando si de veras aquel chico le serviría de algo -Sí, lo soy para ellos, pero a ti no te haré daño, llévame conmigo, no veo…- le recordó esperando quieto a que lo llevara -Jaki siempre está conmigo… ahora saldrá cuando no estemos aquí en el medio.

El chico asintió enérgicamente, tomándolo de las manos, y guiándolo hacia una mesa de las del fondo. - ¿No me vas a decir por qué te tapas los ojos? Nadie me dice....

-No me los tapo, me los tapó el doctor Jaken, porque si veo y me uno con mi imp … entonces soy muy peligroso, pero no así…- explicó tocando el borde de la silla y sentándose -Tengo los ojos azules, del color de Jaki- explicó, aunque no era necesario "ya puedes salir así podré ver"-Sólo puedo ver cuando Jaki está fuera, veo a través de sus ojos, Si estamos unidos … no veo, porque los llevo tapados, aunque él puede guiarme de todos modos, es muy complicado, no lo entenderías y a mí no me apetece explicártelo mejor.

El moreno separó las manos y de estas salió un polvillo azul y brillante formando una pelotita que se desperezó hasta formar la silueta de Shiryou. Se sentó en la mesa parpadeando y sonriendo abriendo las manos para imitar a Shiryou y dejando salir un pequeño Kotaro ajustado a su tamaño y abrazarlo imitando a Tama.

- Jaki! – exclamó el chico, más entusiasmado por la aparición de la pequeña criatura que por la explicación de Shiryu. Apoyó el rostro en la mesa para verlo mejor. – Le hablé a Shisou sensei de ti. – comentó al ver al mini peluche que sostenía el imp entre sus brazos. – Tuve que hacerlo, porque Kotaro se pone triste cuando miento. Él me lo dijo, y no quiero hacerle daño. – se quedó quietecito, esperando a ver si lo regañaba.

El moreno lo miró echándose adelante en la mesa viéndolo perfectamente gracias al imp -¿Qué dices? ¿Cómo se te ocurre?- lo agarró de la camiseta jalándolo hacia él y medio subiéndolo a la mesa -Te dije que no se lo dijeras a nadie, a él mucho menos y menos por culpa de una mierda de felpa- El imp se giró hacia él observándolo y tirándole de los brazos para que soltara a Tama "Cállate y mira hacia él que no veo, estúpido enano, ¿para qué crees que quiero verme a mí mismo?- le amonestó el moreno mentalmente.

Pero Jaki se sentó cruzado de brazos y cerrando los ojos. No pensaba abrirlos hasta que lo soltara "Joder…" el moreno lo soltó llevándose las manos a la cabeza.

Tama se lo quedó mirando, un tanto asustado, protestando a pesar de eso. – Kotaro no es una mierda de felpa, es mi amigo. Y si no te agrada, ya no puedo jugar contigo. –bajó la cabeza con tristeza, poniéndose de pie, aunque no sabía que quería decir con eso de “mierda de felpa” pero sonaba feo. –Ya me voy.

-Pues lárgate y que te den por saco joder- el moreno aún seguía tapándose la cara con las manos a pesar de que veía al chico gato gracias al imp que revoloteó hasta él abrazándolo y sacudiendo la cabeza negando y tirando de su camiseta para que no se fuera. Hizo como si llorara y lo miró por un rinconcito de su mano.

- Jaki....Shiryou no me quiere aquí. – lo miró con los ojos un tanto aguados.- No le agrado y es malo conmigo. Y además no entiendo la mitad de lo que dice.

El imp miró a Shiryou cogiendo un trozo de pan de la mesa y lanzándoselo a la cara.

-Para quieto, mierda!- El moreno le agarró la cabeza a Jaki girándolo para poder ver a Tama… Pero realmente era baka -Eh…no vayas a llorar…- Shiryou dejó los brazos con los grilletes sobre la mesa y estos resonaron metálicos. Suspiró, no le iba a servir de nada aquel chico después de todo, o tal vez sí, se le ocurrían algunas cosas aún, solo tenía que mantener la calma.

-Seré bueno contigo… sólo me he enfadado…- argumentó lo que le convenía -¿Está bien?
Tama lo miró un poquito receloso, pero luego sonrió como si nada, tomando asiento de nuevo. – Está bien, pero no digas cosas malas de Kotaro. No me gusta. – se quedó mirando a Jaki, pensativamente. – Tus ojos deben ser muy bonitos, me gustaría verlos. – se puso de pie súbitamente, colocando sus manos sobre la herida de la frente del chico. -¿Puedo?

-Puedes- el moreno sonrió de medio lado, ansioso porque le quitase la venda de los ojos y el imp se agarró a su mano negando con la cabeza y sujetando la venda con sus manos
"¿Y a mí qué si le castigan por quitarme la venda? Deja que me la quite!!" discutió de nuevo con aquel ser.

Tama parpadeó confundido, moviendo las orejas. – No iba a quitarte la venda. Me gustaría ver tus ojos pero si Jaken sensei te puso la venda, debe ser necesaria. –sonrió alegre, sin retirar su mano. – Iba a hacer esto. Te sentirás mejor. – una especie de vapor negro salió de Shiryou, pasando por la mano y el brazo de Tama, y adentrándose en él, desapareciendo luego como si nunca hubiese estado allí. El chico retiró la mano, sentándose de nuevo, sonriendo al ver que la herida de su frente había desaparecido. - ¿No se siente bien?

El imp le palmeó la frente al moreno como tanteando la zona y sonrió, sentándose en su cabeza y lanzándole un beso a Tama riéndose aunque sin sonido alguno -¿Así que puedes curar? ¿Qué más puedes hacer?- preguntó el moreno mirando cómo el brillante beso que Jaki le había lanzado se evaporaba en polvitos brillantes "Deja de hacer bakeces" le riñó sacudiendo la cabeza para tirarlo aunque el imp se agarró a su cabello tirándole de él para amarrarse.

Tama rió, divertido por el juego del imp, apoyando el rostro en una mano. – No es que cure realmente. Puedo absorber parte de tu energía negativa, dolor, esa clase de cosas. Y siempre que lo hago, puedo curar cortadas o heridas superficiales. Pero no podría hacer nada si estuvieses gravemente herido o enfermo. Sólo aliviar tu dolor. – ladeó la cabeza, riendo, pensando que el chico tenía demasiada energía negativa. – Antes la liberaba cuando dormía, pero Shisou sensei dice que debo conservarla para poder utilizarla luego, que es una pérdida que la tire así. Pero aún no logro hacer nada.

-Ya veo…- el moreno cogió una manzana de la mesa y se la llevó a la boca con ambas manos. Era sinceramente un incordio, la dejó de nuevo sobre la mesa y el imp bajó haciendo números con un cuchillo para él desde todo punto enorme, cortándola a la mitad. Apartó las manos viendo que acabaría por cortarle un dedo con tanto brío y se rió empujándolo con un dedo para hacerlo caer de culo "Idiota, hazte más grande" El imp se levantó necio atacando esta vez sus dedos para cortarlos como si fueran una zanahoria –Para, mierda y corta la manzana- el moreno lo empujó de nuevo hacia ella.

-¿Puedes salir cuando quieras de la habitación?- preguntó entonces.

El chico asintió sonriendo, añadiendo luego, sin estar seguro de si lo veía. – Sí puedo, siempre y cuando no tenga obligaciones. Dame Jaki, yo lo hago – le sonrió, tomando el cuchillo.

El imp lo miró entregándole el cuchillo y cargándolo en ambas manos como si fuera un tronco de árbol. Se sentó a su lado resoplando agotado y mirando a Shiryou. El moreno lo agarró por las alas como si fuera un mosquito volteándolo y haciendo que mirase de nuevo a Tama -Que no te gires, cojones- ordenó el moreno viendo de nuevo por fin al chico con el que hablaba -¿Por qué estás solo? Hay muchos chicos aquí con camisa blanca- dijo mientras giraba la cabeza del imp como una rosca, apartó la mano al sentir que le mordía y lo aplastó contra la mesa con un dedo inmovilizándolo.

- No lo sé. A la mayoría no les gusta jugar, creen que soy una molestia. Pero no es así, ¿verdad? – le sonrió, cortando la manzana y colocándole los pedazos al alcance de su mano. – Y no seas malo con Jaki.

-¿Esto?- preguntó el moreno chafándolo repetidamente de nuevo -Mira…- levantó las manos cerrando un puño y bajándolo contra la mesa chafando al chico bajo él -¿Quieres levantar mi mano?- preguntó sonriendo de medio lado. Lo cierto es que sí era una molestia y un bocazas, pero era la persona más normal que veía en mucho tiempo.

- Sí... – Tama se inclinó hacia delante, moviendo la cola tras de sí, y alzando con cuidado la mano de Shiryou, acercando el rostro curioso.

El moreno dejó que le levantase el puño pero bajo él no había nada. Sonrió de medio lado abriendo la mano y mostrándole los polvillos manchando su palma y escurriéndose entre sus dedos como arena.

- Oh.... – el chico abrió los ojos asombrado, sujetándole la mano, y volteándola de un lado y del otro, buscando. - ¿A dónde se fue? No se murió, ¿verdad? -lo miró, un poco preocupado.

-Jaki no se puede morir, sólo si yo ya no lo quiero- dijo por supuesto refiriéndose a su poder y no al imp, aunque lo cierto es que sí le tenía aprecio. Le divertía y tenía unas ideas un tanto… endiabladas que le encantaban, pero fue por su culpa por la que los encontraron, por una de sus fantásticas ideas -Diría que está en tu cola porque te estoy viendo el culo…

- Oh! – el chico se giró rápidamente, no previendo que su cola igual se movería tras él. Se rió feliz por el juego, y se sujetó la cola, acercándola a su pecho para ver si estaba en la punta.

-Te estaba tomando el pelo, lo tienes sobre la cabeza- señaló el moreno que no pudo evitar reírse ante aquella criatura y su inocencia. No le sorprendía que hubiese hablado de más, seguramente ni comprendía la gravedad del asunto. Jaki se rió agarrándose a la oreja de Tama y acariciándose contra ella -Tú! No hagas cosas raras- le regañó el moreno impasible ante el rostro posesivo del imp que se sujetaba a la peluda oreja.

Tama rió, agachando la cabeza hacia un lado, contento. – Está bien, me gusta que me acaricien las orejas.

El moreno se dedicó a morderse una uña, no muy interesado, preguntándose si habría algún modo de salir de allí. Por el momento no podía ni mirar a su alrededor, ya que Jaki estaba demasiado "ocupado" y ahora sólo podía ver pelos de gato "Ven" Mandó al chico que no parecía muy dispuesto a dejar su entretenimiento -Uno, dos…- el imp revoloteó hasta la mesa obedeciendo, lo cual era mejor opción que ser sincronizado y se sentó en el banco adoptando la forma de Shiryu sólo que cruzado de brazos y con cara de enfado "Estúpido payaso…" protestó de nuevo el original "Quiero que encuentres una salida por aquí, vamos, vete". El imp se hizo pequeño de nuevo revoloteando no muy satisfecho con sus órdenes.

Tama se acomodó en su asiento, aún riendo y observando a la criatura volar. - ¿A dónde va ahora? – le preguntó a Shiryou, a la vez que por fin, empezaba a prestarle atención a su comida, que había dejado al ver al chico, y que po cierto, consistía de atún. Se acercó detrás de la oreja, en donde Jaki le hacía estado acariciando, y se llevó un bocado a los labios.

-A hacer algo para mí, pero no te lo diré o se lo contarás a Shisou… y no me apetece que vuelva a torturarme, la verdad…- dijo observando como se llevaba el atún a la boca alzando una ceja, de veras era un gato. Se rió un poco, al ver como Jaki se dedicaba a comerse cosas de los platos de la gente mirándolos "Para, idiota y haz lo que tienes que hacer o me cargo al gato" amenazó a la criatura que protestó pero dejó lo que hacía para obedecer.

-Eres consciente de que eres un gato ¿verdad?- preguntó al chico en tono escéptico.

El chico se tragó, lo que llevaba en la boca, aún pensando en a qué se refería con eso de “torturar”. Debía ser alguna prueba que no le gustaba. Lo miró sonriendo, y se miró la cola, y luego volvió a mirar al chico. - ¿Soy un gato? Sí, supongo que eso soy, pero.....no me veo como Kotaro. ¿Por qué lo dices como si fuese algo malo?

-…¿tú que crees? Pareces un peluche - el moreno se comió el último trozo de manzana que había sobre la mesa. Jaki seguía buscando una salida aunque algo torpemente, perdiendo el tiempo con cualquier cosa.

- Pero eso no es malo.... – murmuró decaído, seguro de que estaba siendo malo de nuevo. – Tú...tú......tú pareces......tú pareces una cosa! – le gritó de pronto señalándolo, sin que se le ocurriese nada más que decirle.

-Shhh, no grites o me echarán si creen que estoy molestando. Ven aquí a mi lado que no te veo…- solucionó el moreno en busca de que se estuviese callado y no lo echasen antes de averiguar lo que necesitaba.

Tama se sentó aunque refunfuñando, cruzado de brazos. - ¿Por qué quieres verme si no te agrado? Creí que veías a través de Jaki. - Movió las piernas debajo de la mesa, meciéndolas alternadamente hacia atrás y hacia delante. – Jaki es más agradable.

El moreno suspiró conteniendo pegarle un grito. Si el chico podía salir libre por las habitaciones, no le convenía, le convenía agradarle -Veo a través de Jaki y es por eso que ahora no te veo. Ahora veo… el resto del comedor, veo lo que él está viendo y puesto que ahora no te está mirando… no te veo, es obvio… baka- suspiró de nuevo. No, tenía que agradarle. Era un gato ¿no? Lo trataría como tal, alzó las manos buscando su cara y las deslizó por sus mejillas hasta su cuello acariciándolo como si de veras se tratase de un gato -¿Te gusta eso?- preguntó serio.

Tama rió, inclinando la cabeza a un lado contra la mano del moreno. – Sí, tus manos son..... Entonces, ¿sí te agrado? – lo miró al rostro, aunque era más por costumbre.

El moreno enarcó una ceja bajo la cinta de cuero pensando inevitablemente "¿Mis manos son qué?" Pero no dijo nada, seguramente para su integridad era mejor no saber qué había querido decir con aquello -Sí me agradas… - mintió a medias, levantando los brazos y colándolo entre ellos -pero me cuesta mucho acariciarte así- dijo pegándolo a su pecho y dejando los brazos colgados contra el cuerpo del chico con los grilletes sujetando sus muñecas.

El chico de cabello fucsia se revolvió, acariciando su cabeza contra el pecho de Shiryou, sonriendo. – Está bien, no tienes que hacerlo. Siento haber dicho que parecías una cosa.

-Eh… no importa…- el moreno sonrió de medio lado satisfecho. Realmente era muy baka y manejable, eso le venía muy bien, ¿pero tenía que estarse rebozando contra él? -Tama, el doctor Shishou … ¿nunca te hizo daño?

- ¿Daño? – intentó mover la cabeza hacia arriba sorprendido, pero le era muy difícil, así que continuó frotándola contra el pecho de Shiryou. – No, Shisou sensei es muy bueno conmigo. Él fue quien me dio a Kotaro. Además, dice que soy un buen chico, así que no tiene que reñirme.

-Ah claro… tú eres muy buen chico sí…- "y muy baka también" pensó sin poder evitarlo -¿Y el doctor Jaken? ¿No te hace pruebas extrañas? Mira en mi cuerpo…- dijo levantando los brazos para que se apartase -estoy lleno de marcas…

- ¿Extrañas? ¿Son extrañas? No sé... – le contestó genuinamente confundido, mirándole los brazos. – Tienes muchas.....¿estás enfermo?

-Estoy bien… pero el doctor Jaken me inyecta líquidos que me hacen daño- explicó viendo cómo Jaki comenzaba a acercarse o al menos eso le parecía recordar por lo que veía -Y no me deja ver… llevo dos años sin ver con mis propios ojos… ¿entiendes eso? No, claro que no- "No entiendes nada" pensó para sus adentros resoplando.

- Claro que entiendo, no soy tonto. – se removió como pudo, pasando la punta de sus dedos por el cuero, aunque se sentía áspero. – Debe ser difícil, pero tienes a Jaki, y Jaken sensei no haría nada de eso si no fuese necesario. A lo mejor sí estás enfermo, y no lo sabes. O tal vez sólo trata de ayudarte. – se giró de nuevo, sin quitarse de las piernas del moreno bajando un poco la cabeza. – Shisou sensei me pasar tiempo en el tanque, no me gusta. Pero sé que sólo quiere que mejore.

-¿Qué tanque?- preguntó el moreno intrigado -¿Qué pasa en ese tanque Tama?- le pasó los brazos por encima de nuevo apretándolo contra él y viéndose a ambos a través del imp que los observaba sobre la mesa. Se veía bizarro pero era conveniente "¿Qué dices bicho estúpido? Es un tío!!!!" el moreno sintió cómo le golpeaba la mejilla a puñetazos que no se sentían más que como cosquillas y volvió la cabeza soplándole con fuerza y haciendo que se estampase contra la mesa "Idiota…"

Tama se rió, sin poder evitarlo, aunque reprendiéndolo de igual manera. – No seas malo con Jaki. – se aferró a los brazos de Shiryou, pinchándolo un poco con las uñas porque sí. – En el tanque....no pasa nada realmente. Pero es oscuro y silencioso, y siento como si no existiera nada más. Me hace sentir muy sólo. Y a veces.....veo cosas feas y tengo que concentrarme para que desaparezcan. Shisou sensei dice que no debo tener miedo, pero no puedo evitarlo. Además... – alzó un poco el rostro haciendo una mueca de disgusto. – allá dentro está húmedo.

Shiryou apretó un poco las mandíbulas al notar que le clavaba las uñas -Eh… ¿no te parece que ya estoy bastante agujereado…?- protestó el moreno viéndose a ambos de nuevo y sonrió de medio lado riéndose un poco y sintiendo que seréa bastante fácil hacerse su amigo y que confiase en él -Pero tú no estás solo, yo estoy contigo…y si quieres, puedo acompañarte en el tanque- sonrió de medio lado.

- ¿Eh? ¿De veras? – se giró, intentando mirarle el rostro, obviamente alegre. – Pero...no sé si deba, porque.....- se quedó pensando, dividido entre lo que debía hacer y lo que deseaba.

-Humm… no sé… Jaki irá contigo, él puede ocultarse- "Ven aquí" le mandó al imp que se negó cruzado de brazos sobre la mesa. Apartó los brazos del chico de nuevo sujetando al imp por las alas disconforme -Mira…- le levantó un poco el cuello de la camiseta metiéndolo en su interior y el imp se escurrió arriba sujetándose al borde y negando con la cabeza "Sí irás" insistió el mayor -Así si tienes miedo, se lo puedes decir a él y yo estaré cuidándote… ¿Qué te parece? ¿O prefieres afrontarlo tú sólo?

El chico rió, a causa del aleteo de la criaturita. – No, no quiero, pero....no se supone que piense en nada más cuando estoy allí. Pero.....- sonrió asintiendo enérgicamente, pudiendo más su necesidad de compañía. – Sí, creo que puedo.

-Está bien…¿Cuándo tienes que volver al tanque?- preguntó el moreno cogiendo al imp de su camiseta y poniéndoselo en su propio hombro para poder ver al chico.

- No lo sé. Creo que hoy no... – contestó pensativo, y sonriendo alegre luego. – Dijo que me dejaría descansar.

-No sé cómo haremos para que me avises… mandaré a Jaki todos los días a tu habitación entonces ….- se levantó para irse tropezándose un poco en el banco y maldiciendo. De seguro lo iban a llevar los seguratas de vuelta, más les valía.

- Claro! – exclamó el chico emocionado de que Jaki lo visitara. - ¿ No te vas a golpear todo, así? ¿Quieres que te guíe? – se adelantó, saltando enfrente de él y halándole la mano como si se tratase de hacer carreritas.

-Está bien… pero no te van a dejar- aseguró el moreno sujetando su mano y apretándosela un poquito con la otra -Eres muy bueno, Tama y muy lindo- dijo jugando con él, aunque muy serio en apariencia.

- Gracias, Shiryu. Tú también eres lindo. – le sonrió el chico, aún halándolo de la mano, hasta que vio que los guardias se empezaban a acercar.

Lo tomaron uno por cada brazo sacándolo del comedor y apartando al chico de él -Tranquilos chicos… que hay para todos- se burló el moreno sonriendo y caminando no obstante a medio arrastrar por aquellas dos moles -Bye neko, espero poder cumplir mi promesa…- sonrió de medio lado dejándose llevar.

- Bye!! – se despidió, saludándolo con la mano, aunque un tanto molesto porque lo hubiesen apartado así. Sonrió pensando que de todas maneras no importaba. Ahora tenía más amigos además de Kotaro y siempre era bueno tener más amigos.


 
 

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