Capítulo 36
Animal Behavior
El rubio caminaba por los pasillos y su melena dorada se movía
a su paso bajo los focos de luz blanquecina. En realidad, no tenía
mucho interés especial por llevar a Tama junto a Garou. En
esta ocasión parecía totalmente necio a devorar ya
fuera a ese u a otro. Suspiró cansado, sólo lo hacía
por consentirle el capricho a Tama, con la de personas que había
matado Garou antes... Se rió tapándose la boca con
la mano-Qué moral tan estúpida...- abrió la
puerta del cuarto de Tama llamando previamente -Tama... preciosidad,
ven conmigo ¿quieres ver a Garou?
- Sí! – Tama saltó desde detrás de la
cama, en donde había estado jugando sólo, más
que nada con su cola porque Kotaro se había quedado con Shai.
- ¿Ahora sí me va a llevar? Seguro que quiere jugar.
– le tomó la mano, moviendo la cola detrás.
-Desde luego... yo nunca miento... es sólo que a veces querido
mío, surgen imprevistos- deslizó la mano por el pelo
del chico sonriéndole y caminando a su lado cogiéndolo
por los hombros con un brazo sin soltarle la mano con la otra, levantándolo
con una mano y subiéndolo a sus brazos para besarle la mejilla
-Mejor así, Tama... cuanto más cerca, mejor- aseguró
deslizando los labios por su cuello sonriendo -Es una pena que tengamos
que venderte, sino me quedaría yo contigo... seguro que sería
muy divertido.
- Pero entonces, cómpreme... – se sujetó de
su cuello sin comprender lo absurdod e su propia sugerencia, parpadeando.
– Ayer Shai me llevó a ver a alguien, peor dice que
no puedo visitar a mis amigos, que ellos tendrían que visitarme
a mí. ¿Se puede? Porque si no, no quiero que me compre
nadie que no me deje estar con mis amigos.
-Tama, si no te compro, es porque no tengo el suficiente capìtal
como para hacerlo, querido- se rió de lo que decía
pensando que de hecho, ya era suyo -Estoy seguro de que podrán
visitarte ¿cómo no?- sonrió pasándole
la mano por la espalda acariciándolo -Preguntas demasiado
diría yo... tienes demasiada energía...- abrió
la puerta de la celda de Garou con una mano y lo dejó en
el suelo -Garou, Tama quiere verte- dijo al moreno que estaba en
el fondo de la habitación sumido en la oscuridad donde una
persona normal tan solo habría visto el brillo de sus ojos
-Os dejo solos...
- Garou!!! – Tama corrió hacia el moreno, lanzándosele
encima con la cola ondeando en el aire.
El moreno se quedó sin decir palabra hasta que vio desaparecer
al rubio tras la puerta -Tama...- le lamió la cara acariciándole
el cuello con la nariz y olisqueándolo. Levantó las
orejas poniéndose de cuclillas y aplastándolo contra
el suelo con una mano para seguir oliéndolo cada vez más
apurado-Has estado en la calle...
El gatito se revolvió bajo su mano, riendo por las cosquillas
que le causaba la nariz de Gaoru. – Sí! Y es muy bonito,
como dijiste, pero los autos son grandes. – alzó las
manos agarrándole las orejas y jugando con ellas.
- Claro... son para que la gente vaya dentro, Tama- Garou se quedó
mirándolo encima de él y sintiendo cómo le
espachurraba las orejas. Movió la cola a los lados contento
de verlo, tirándose en el suelo de medio lado junto a él
y meneando las orejas para acomodárselas de nuevo. Apoyó
la cara en su pecho y lo miró desde abajo poniéndole
la mano en la cara -¿Por qué estás aquí
por la tarde?
- Pues porque de noche, me voy con Shai – aseguró
sonriente como si fuera lo más obvio del mundo y acariciándose
contra su mano.
-¿Con Shai?- Garou levantó la cabeza levantando las
orejas atento -¿Qué Shai? ¿Con mi hermano?-movió
la cola a los lados enérgicamente apoyándose en el
codo y mirándolo ahora a los ojos.
- Sí, con tu hermano, pero me dijo que no le dijera a nadie.
No conozco ningún otro Shai. – agregó como si
fuera obvio que tenía que ser ese. – Ah! Y me dijo
que te dijera que te quiere mucho y....que...te extraña y....que
está consiguiendo el dinero para sacarte.... – alzó
los ojos concentrado en recordar todo. – Y también
que desapareció Ho.....Hoshi! Y me dijo que no te abrazara
porque igual, él nunca lo hacía, pero yo te abrazo
igual porque sé que quiere!- exclamó abrazándose
al lobo, prácticamente guindándose de él. –
Le dejé a Kotaro para que no se sintiera sólo.
Garou sonrió sin poder evitarlo, abrazando a Tama -¿Y
qué haces que no lo dices antes Tama? ¿Lo verás
de nuevo? Dile que no haga estupideces y que Hoshi está aquí
también, que se olvide de sacarme y que no se acerque aquí
¿para qué te vas tú con él?- preguntó
de pronto extrañado y cayendo en la cuenta.
- Debe ser porque le gritó ese nombre a un chico hoy. Y
también me grita cuando te llamo Garou, porque dice que te
llamas Ryosuke..... – movió la cola, aún abrazado,
acariciándose con el lobo. – Me voy con él,
porque me van a vender. Y Shai se encarga de buscarme alguien bueno.
Garou se acuclilló de repente pasándose las manos
por el pelo y chafándose las orejas -Idiota, idiota, idiota!!!-
golpeó el suelo dando un puñetazo y abriéndose
la piel de los nudillos. lamiéndosela después mirando
la marca que había quedado en el suelo -Ese niño es
idiota!
- No! Ya, yo le digo que te llamas Garou, no te enfades.... –
se apresuró a tranquilizarlo Tama, completamente equivocado
de por qué se molestaba y agarrándole la mano para
curarlo. – Y no te hagas daño.
Garou le retiró la mano bruscamente, enfadado aunque no
tuviera él la culpa y tirándose en el suelo de espaldas
a él enroscado en las cortinas coloradas.
Tama se le quedó mirando, preguntándose qué
había hecho mal y acercándose tentativamente. –
No estés enfadado...¿estás enfadado? –
le acercó las manos al cuerpo, dando un saltito hacia atrás
por si acaso y volvió a extenderlas para tocarlo.
-No estoy enfadado contigo- contestó, mirándolo de
soslayo sin moverse y sin levantar la cabeza que tenía reposada
en sus brazos. De todos modos, Tama no iba a entender -Siempre tiene
que estar metiéndose en líos ¿Cómo está
ayudando a venderte? Eso es horrible, no eres un gato de angora
o algo así!- gruñó sacudiendo la cola con fuerza
contra el suelo y levantando el polvo -Debí haberlo dejado
donde lo encontré tirado- dijo necio aunque no lo pensaba
realmente.
- No lo sé....- contestó, mirándose la cola
mientras la movía, y preguntándose si sería
un gato de angora o no. No tenía idea, pero tampoco sabía
qué era eso. - Pero de todos modos me van a vender. Y Shai
juega conmigo y me busca alguien que me quiera, como dice Jaken
sensei. Y de todos modos, dice que si reune suficiente dinero, me
comprará a mí también! – se revolcó
por el suelo sonriendo y luego rodó, tocando a Garou de nuevo,
haciendo que aquel vapor negro se levantara de su cuerpo. - ¿Cómo
lo encontraste? ¿No es tu hermano? ¿Se te había
perdido?
-Es mi hermano... o mi hijo, más bien, pero él me
llama aniki, así que será mi hermano. Es igual, lo
encontré en un contenedor de basura, por eso huele a rayos-
dijo sólo porque estaba aún enfadado. La intención
de Shai era buena pero no los medios, estaba como una cabra, era
un completo inconsciente. Paró a Tama con una mano chafándolo
panza abajo en el suelo y haciéndolo rodar de nuevo hacia
arriba -¿Cómo estaba?- preguntó caminando a
cuatro patas y subiéndose encima subiéndole la camiseta
con los dientes moviendo la cabeza después para romperla.
- No huele mal, me hace bañarme todos los días. Y
se asusta si me desnudo. No me comas! – intercaló de
pronto por si acaso, aunque no lo creía realmente. –
Y se puso triste anoche y no quería que me fuera, y yo tampoco
quería irme, aunque sí quería verte. Y por
eso le dejé a Kotaro para que lo cuide y no se sienta tan
sólo.
Garou lo miró a los ojos y sujetó la goma del pantalón
tirando de él y bajándolo por sus caderas, bajando
hasta desnudarlo subiendo sobre él de nuevo y pasándole
la nariz por el estómago, acostando la cara en él
y sin dejar de mirarlo a la cara -También se asusta si yo
me desnudo, por todo protesta... y no me deja que le quite la ropa-
protestó frunciendo el ceño como si fuera algo normal
desnudar a la gente por ahí -¿Por qué no? La
ropa huele mal.
Tama agarró un trozo de su camiseta, oliéndolo, entre
risas por las cosquillas que le producía la nariz de Garou.
– No me huele mal......Pero yo tampoco veo cual es el problema.
Si es cómodo! – le agarró las orejas de nuevo,
jugando y moviéndolas aunque sin halarlas. – Tal vez
si se desnuda, se dé cuenta. A lo mejor es porque piensa
que siempre que se desnuda se tiene que bañar.
-Es porque no quiere se le vean esto- dijo señalándole
el pene -y por eso le puse Shai como Shy... y hasta que no se me
ocurrió... le llamaba Cosa porque no se me ocurría
nada...- dijo acostándose de nuevo en el abdomen del gatito
y hablando serio a pesar de que lo que decía era realmente
baka -Acaríciame- poco menos que le mandó, mirando
a la ventana pensativo. Tiró de la cortina cubriéndose
a ambos con ella y pensando en su hermano. Era normal que estuviese
triste pero no debería hacer esas tonterías, aunque
la culpa había sido suya que había sido el primero
en hacer el tonto confiando en Jaken.
Tama le pasó los dedos por el cabello, jugueteando a la
vez que lo acariciaba, sonreído. – Pero él te
llama Ryosuke, ¿por qué no te llama Garou? Shai es
un nombre bonito. A mí no me importa que me vean. Y luego
me acaricias a mí.
Garou se levantó repentinamente como iluminado por el espíritu
santo y se sentó en el suelo cogiéndolo a horcajadas
sobre él y apoyándolo en su hombro para acariciarlo
mientras miraba por la ventana. Movió la cola a los lados
despacio como barriendo el suelo -Porque Garou es como me llama
cuando estoy lobo... Dice que no sale conmigo por la noche de casa
si no estoy lobo completo, que sino lo miran...
- A mí me dijo algo así, que le daba vergüenza
caminar por la calle conmigo. Y me tapó las orejas y no me
gusta porque es incómodo. – refunfuñó,
aunque moviéndose contento por las caricias, y de paso, aprovechando
para mover las orejas ahora que no estaban cubiertas. – Y
yo te quería ver lobo, pero Jaken sensei no me dejó
traerte comida. Pero igual estás bonito así.
Garou lo miró apartándolo un poco y chafándolo
contra el suelo con una mano -Vale, pero no te asustes- se levantó,
yéndose a una esquina para transformarse. Ya estaba acostumbrado
a eso tras que Shai de pequeño siempre gritase y llorase
como loco cuando lo hacía. Se acercó sólo un
poco en su apariencia de lobo mirando a Tama y moviendo el rabo
a los lados lentamente.
Tama ladeó la cabeza mirándolo y acercándose
cuidadosamente para olerlo y asegurarse de que fuera Garou. Le dio
una vuelta hasta ponerse frente a él de nuevo, moviendo la
cola en el aire con la punta doblada. – Ah!!! Eres grande!!!!
– exclamó, sonriendo por fin, y decidiendo que era
el mismo. Acercó su rostro al hocico del lobo, acariciando
su cara con el mismo. - ¿Y puedes hacer esto cuando quieras?
El lobo lo miró asintiendo con la cabeza y lamiéndole
la cara pasándose después la lengua por el hocico
y empujándolo con la nariz oliéndole el cuello. Se
acostó en el suelo moviendo la cola y esperando a dormir
con él como había hecho con Hoshi, cuando de nuevo
se abrió la puerta.
-¿Tal vez es un mal momento?- bromeó el rubio al
ver a Tama desnudo aunque sin duda le traía sin cuidado y
sabía que a Garou le gustaba estar desnudo y tras acercarse
y ver la camiseta rota en el suelo, comprendió -tsk tsk tsk...
no rompas la ropa... o le haré un tapa rabos de piel- aseguró,
acuclillándose y acercando la mano para acariciar al lobo,
Garou le gruño levantándose y alejándose, poniéndose
de pie frente a Tama -Oh... ¿no me dejas que me lleve a Tama?
Curioso... pero lo necesito, querido... Tama tiene una cita y tiene
que arreglarse. Tama, cariño... te esperan.
- Está bien, Garou, ya regresaré a visitarte. –
Tama se abrazó al cuello del lobo, enterrando la cara entre
su pelaje y acariciándolo. – La próxima vez
vengo más temprano para que podamos jugar más tiempo,
¿sí?
Garou lo empujó con la nariz apartándolo de él
y tirándose en el suelo de espaldas al doctor mirando a la
ventana como si no le importase. Había sido un descuido,
lo mejor era que pensase que le daba absolutamente igual.
-Vamos Tama, precioso- el rubio le tomó la mano cogiéndolo
en brazos de nuevo y saliendo de la habitación –Tama,
querido... cuando vayas a desvestirte no lo hagas con los dientes...
El gatito negó con la cabeza riendo. – Claro que no,
pero es que así juega Garou. ¿Verdad que es lindo
de lobo?
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