Capítulo 67
Stronger
Kan ya se había dormido de nuevo, abrazado al ángel/demonio
tras haberse pasado todas aquellas horas tratando de aguantarse
hasta que se despertase por fin. Al final, había sucumbido
al sueño y al cansancio.
El chico abrió los ojos, apartando un mechón celeste
de sus ojos, y observando a Kan dormir plácidamente junto
a él. No había tenido conciencia mientras atacaba,
pero recordaba todo lo que había hecho. Le pasó la
mano por la mejilla, mirándolo con tristeza, sabiendo que
hubiese podido haberlo lastimado. No comprendía por qué
seguía a su lado, ¿qué no estaba asustado?
Kan se apretó un poco más contra él, sin acabar
de despertarse acariciando el rostro contra el de Aziel y entreabriendo
los ojos, para apoyarse en una mano y observar que por fin parecía
haber vuelto en sí -Aziel… ¿aún estás
enfadado?
El chico negó con la cabeza, preguntando en vez. - ¿Qué
haces aquí? Tu hermano tenía razón.....acerca
de ser un demonio......Estás lastimado – le pasó
la mano con suavidad por el rostro, acariciando las cortadas. –
No pude protegerte.
- No importa… yo no quiero que me protejas, sólo quiero
estar contigo…- el moreno se abrazó más, escondiendo
la cara para que no mirase más las cortadas en su piel -Mi
hermano no sabe… él no sabe… tú eres un
ángel… Toda esa gente ahí fuera, no eran malos,
yo conocía a algunos… Todo fue culpa de Shiryou, no
tuya.
- Deja eso, Kan! Da igual......- se apartó, aunque con cuidado
de no tumbarlo de la cama. - ¿No ves que pude hacerte daño?
Pude haberte matado......Maté..... – murmuró
mirándose las manos como si pudiera ver la sangre en ellas.
-No quiero! Me da igual…- susurró después,
apretando las mandíbulas y pasándose la manga de la
camiseta por los ojos para limpiarse las lágrimas que querían
salir -No lo hiciste porque quisieras… me da igual…-
dijo mirando a otro lado
- No da igual. Si lo hizo una vez, puede hacerlo de nuevo. Y está
en mi naturaleza, por eso reaccioné así. Por eso fue
tan fácil. No puedes negar la realidad..... – bajó
el rostro, como hablando consigo mismo, no sólo preocupado
si no también sintiéndose humillado. Tenía
que hacerse más fuerte, definitivamente. – No deberías
estas a mi lado, no quiero lastimarte. Te quiero...
-¿Y de qué me sirve que me quieras, si no me dejas
estar a tu lado?- el moreno lo miró a los ojos, bastante
alterado, apretando las sábanas con la mano y arrodillándose
frente a él -No quiero que me protejas y menos de ti mismo!
No quiero! No soy un inútil…
- Ya lo sé, ya sé que no eres un inútil, pero
si te hago daño..... – lo miró a los ojos, claramente
angustiado como pocas veces. – Si alguna vez me sucede de
nuevo, si trato de hacerte daño.....quiero que tu hermano
me mate antes de que pueda hacerlo. Dile eso, seguro que puede.
– aseveró, mirándolo serio y seguro también
de que Kitazaki no necesitaba que se lo dijeran.
-No se lo voy a decir y tampoco lo dejaré salir…-
el moreno apretó las manos, bajando la cabeza -No quiero…
yo también he hecho cosas horribles, Aziel… Pero no
soy malo…- negó con la cabeza sin alzar la mirada.
- ¿Qué puedes haber hecho tú, Kan? Si estás
hablando de cosas que tu hermano hizo, no es lo mismo. Que utilize
tu cuerpo no es igual a que esté en tu naturaleza. Honestamente.....pienso
que eres más ángel que yo. – le levantó
el rostro con suavidad, observándolo. Ya se esperaba esa
respuesta de todos modos. No importaba, seguro Kitazaki lo había
escuchado y si no, probablemente pensaba lo mismo. – Me alegra
no haberte lastimado....
Kan lo miró a los ojos sintiéndose un tanto más
infantil que normalmente, lo cual ya era bastante -No!- apartó
la cara mirando debajo de nuevo -Si mi hermano mata, es porque yo
le dejo… porque tengo miedo y le dejo salir…y por lo
tanto, le dejo matar…
- Tienes miedo y quieres que te proteja, pero....no sientes sed
de sangre, ¿verdad? No quieres que mate realmente. Yo deseaba
hacerlo, me sentí poderoso. – bajó la mirada
pensando que en realidad era todo lo contrario, se había
dejado manipular como un débil. – Y......tú
no dejaste que tu hermano saliese hoy.
-Porque… porque él quería matarte…- dijo
sintiendo que le temblaban los labios -Yo… no… todos
pensáis que yo soy tan bueno, pero yo lo dejé salir
tantas veces, quería que los matara para que no me hicieran
daño y cuando los vi muertos, cuando la vi muerta…
la vi muerta y sonreí...- se llevó la mano a los labios
sonriendo de nuevo, aunque lloraba, ya sin contener las lágrimas.
Aziel lo miró un tanto sorprendido por aquella sonrisa,
pero igual sin poder contenerse de abrazarlo. – No llores....no
me gusta, no quiero que sufras de ninguna manera. – le acarició
el cabello, apretándolo contra sí. – Y no quiero
ser el que te haga sufrir.
Kan se abrazó contra él, llorando más aún,
sintiéndose más estúpido a cada segundo que
pasaba, sin poder calmarse, agarrando la camiseta de Aziel y escondiendo
la cara como si por no verlo no estuviese sucediendo.
En ese momento, se abrió la puerta para que un desconcertado
Jaken los mirase a ambos sin comprender. Kan se giró un poco
para mirarlo entre lágrimas, volviendo la cara de nuevo contra
Aziel aunque deteniendo su llanto.
El ángel/demonio lo continuó abrazando aunque ahora
mirando al doctor con expresión pasiva, sin querer demostrar
demasiado, como si el hecho de tenerlo entre sus brazos no fuese
indicativo suficiente. Probablemente se lo venía a llevar
de todas maneras.
-Me han dicho que esta tarde ha sucedido algo horrible…-
dijo avanzando por la habitación y sentándose en el
borde de la cama. -Muchos han muerto… y que tú también
has participado, Aziel. Quiero que sepas que no ha sido culpa tuya…Kan…
¿Por qué estas llorando?- preguntó entonces
el rubio llevando la mano al pelo del chico que negó con
la cabeza.
-Por nada… tenía miedo…- mintió, mirándolo
de soslayo, agarrando de pronto la mano de Aziel temeroso de que
fueran a apartarlos -No fue su culpa.
- Maté a tres chicos.... – sentenció el ángel
mirándolo aún pasivo. – Y lo golpeé.......a
él. - continuó, bajando las manos por los hombros
de Kan.
-Pero no fue tu culpa, fue tu naturaleza, es así…
tu naturaleza demoníaca… Debes conseguir controlarla
tanto como controlas tu naturaleza celestial ¿comprendes?
Camadai es un demonio, puede controlar a muchos humanos y a muchos
demonios pero no puede controlar a un ángel… ¿Has
probado a leer las santas escrituras? Hablan de tus razas.
- No controlo ninguna de las dos. Quiero aprender.....sobre lo
que soy. – le costaba un poco admitir esas cosas, sin que
su orgullo lo golpeara desde adentro, pero no tenía otra
opción. La próxima vez, tal vez no se detendría
antes de lastimar a Kan. – Pero.....sin importar que tanto
aprenda, nunca voy a ser un ángel completamente. ¿Podrá
controlarme de todas maneras, por mi otra naturaleza?
-Tal vez… a no ser que te hagas más fuerte que él,
pero no será fácil, Aziel. Todo este tiempo hemos
estado tratando de que te hagas más fuerte y no has querido
poner mucho empeño en ello. El sensei Shisou puede ser muy
estricto, pero él sólo quiere que te hagas más
fuerte- sonrió levemente mirándolo –Escucha,
Kan … algo que dice en esas escrituras tan importantes…
Dios envió a Rafael, que era un ángel muy poderoso,
para que derrotase a Camadai. Y sin embargo, un ángel sólo
no pudo vencer a un demonio, como tampoco puede un mortal, es necesario
que los dos se pongan de acuerdo para combatirlo…- se levantó
de la cama sonriendo y le pasó la mano por el cabello al
ángel/demonio -Te traeré ese libro…
- Quiero hacerme más fuerte. Cooperaré si me ayudan,
pero.... - ,miró al pelirrojo un tanto cohibido de tener
que admitirlo abiertamente. – No quiero que Kan se ponga en
peligro.
-¿Por qué habríamos de poner a Kan en peligro?
Yo jamás haría algo así ... Aprecio mucho a
Kan, nadie le hará daño si yo puedo evitarlo. Aunque
claro, ayudaría que no salieseis por la noche sin permiso…
algo malo podría sucederos… ¿ne?...- golpeó
la puerta con las yemas de los dedos -Kan… tienes que volver
a tu habitación … ya no cuestionaré cómo
abres las puertas ¿verdad?
-Lo siento…- Kan lo miró rojo, bajando la cabeza casi
hasta el colchón.
-Está bien…- el rubio salió de la habitación
sonriendo sin poder evitarlo.
|