Capítulo 67- Not the Nicest
Part of the Job
Hattori se bajó de su auto, observando la fachada de la
escuela privada a la que asistía el chico. Lo cierto es que
si el chico resultaba ser inocente, no le iba a ir nada bien luego.
Pero Ryo tenía razón. Ya había probado de las
otras maneras. Se quedó esperando en la entrada hasta que
sonó el timbre que anunciaba la salida, enderezándose
entonces, atento a los chicos que salían, buscando al albino
con la mirada.
El albino bajó junto al moreno que conducía su coche
por él y le sonrió al policía saludándolo
y pasando de largo como si nada, por al lado de él, hablando
de algo trivial con el chico que lo acompañaba, por disimular.
El detective suspiró, siguiéndolo y adelantándose
un poco. – Ray-kun, me gustaría poder hablar con usted
un momento.
-Pues ahora estoy un poco ocupado… como ve, es la hora de
volver a casa y comer, además de que estoy acompañado…-
sonrió, haciéndose el loco porque desde luego había
sabido que estaba ahí para hablar con él desde un
primer momento -¿Es que ha ocurrido algo?
- Bueno, entonces seré breve. – miró al otro
chico por un momento, porque realmente no era su intención,
avergonzarlo frente a sus amigos, pero el albino estaba siendo imposible.
- ¿Sabía usted que su madre tenía una aventura
con el socio de su padre?
-¿Sabía usted que podría demandarlo por exponer
la vida privada de mis padres ni más ni menos que en mi centro
de estudios arriesgando mi reputación?- frunció el
ceño, exaltándose un poco sin poder evitarlo aunque
le hubiera gustado controlarse más. Claro, que aún
necesitaba trabajar en eso. Se pasó la mano por el flequillo
apartándoselo del rostro –Esto… es acoso…
y no, no lo sabía, es más… me gustaría
saber cómo va a demostrarme que mi madre tuviera el más
mínimo interés en acostarse con un perdedor patético
y desagradable siendo la esposa de mi padre…- se acercó
más a él retirándose el flequillo de nuevo
del rostro –Para rematar de aplastar su estúpida sin
duda teoría, le diré que mi madre está muy
enferma y dudo que pudiera soportar las envestidas de nadie…
cuando menos las de ese gordo enfermizo- remató respirando
con fuerza serio y claramente perdiendo un poco los papeles apartándose
el cabello de nuevo y sonriendo levemente al tranquilizarse -¿Quién
le ha dicho semejante estupidez?
- Para comenzar, sus compañeros de bar. Nunca dijo su nombre
pero por las descripciones, es bastante obvio que se refería
a su madre. También hay testigos que lo vieron visitar su
casa, cuando su padre estaba de viaje, y quedarse allí por
horas. ¿Sabe de algún otro motivo por el que se llevasen
a cabo esas visitas? – lo miró a los ojos, sin retroceder,
sintiéndose un poco culpable por haberlo atacado así,
pero esa era la idea, tomarlo por sorpresa.
-Yo no vivo con mis padres, como ya le he dicho…- lo miró
a los ojos con cara de estar desconcertado, en parte porque le estaba
molestando su conducta ahora y sus deducciones, y en parte porque
sabía que le venía bien –No sé…puede
que visitase a mi madre y le hiciese compañía, porque
como ya le he dicho está enferma… El hecho de que se
quedase en mi casa y le gustase fanfarronear sobre que se acostaba
con la hermosa mujer de su socio… no lo convierte en un hecho-
lo miró a los ojos y bajó la cara un poco –No
tengo ni idea de esto… así que… si no está
seguro, por favor, he tenido bastante estos días para aguantar
sus elucubraciones fantasiosas…
El moreno se quedó observándolo y fue junto a él
sujetándolo por el brazo -¿Estás bien, Axl?
El albino negó con la cabeza y dejó que el chico
lo abrazase, llorando contra él y esperando que se largase
de una vez, no estaba preparado para eso ahora. Necesitaba pensar
y sobre todo, necesitaba ver a su padre de inmediato…
- No estoy inventando nada de esto, Ray-kun, y creo que lo sabe
– insistió, suspirando luego, desconcentrado. Cada
vez que lo veía parecía actuar distinto, y eso lo
confundía. Claro, no era para ponerse contento, pero él
tampoco tenía que excusarse ahora. –Que tengan buenas
tardes... – se despidió, alejándose por fin.
Axl alzó un poco la mirada del hombro de su amigo, siguiéndolo
con la vista y entrecerrando los ojos un poco, deseando acabar con
él de la peor de las maneras, haciéndolo sentirse
antes terriblemente miserable, tanto que deseara que lo matasen
de una vez..
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