.Novela homoerótica para mayores de edad.
 
Capítulo 122- People I Used To Know, Places I used to Love

El pelirrojo se levantó de la cama, sintiendo algo de sed y decidiendo ir a por un vaso de agua en vez de despertar a Taiga. No veía por qué molestarlo por algo tan sencillo. Se aproximó a la puerta, aunque la sensación era extraña, cada vez que miraba a alguna parte del cuarto, era como si estuviera a millas de distancia, en una habitación inmensa. Se sujetó la cabeza seguro de que estaba mareado por no haber comido bien y encima tragarse tanto alcohol, y abrió la puerta, pasando a la sala, pero al cerrarla tras de sí, lo único que encontró fue oscuridad, ya ni siquiera la puerta existía.

Shin se sentó en la cama de golpe al escuchar el sonido de la ventana de su cuarto y se pasó la mano por el pelo confundido -¿Dónde vas?- preguntó viendo apenas una sombra que saltaba por la ventana con movimientos un tanto felinos de más para ser un humano. Se levantó de golpe como recordando de pronto quien era y corrió hacia la ventana –Espera!- exclamó saltando en la oscuridad de la noche y volteándose a su alrededor para descubrir que estaba solo allí –No me dejes solo…- susurró más triste que asustado.

Kyo se giró al escuchar la voz de Shin pero no podía ver nada. Era como en aquella ocasión, lo recordaba ahora. - ¿Shin? No te veo.... – intentó caminar en la oscuridad, a pesar de que no había piso, a pesar de que todo lo que encontraba era más oscuridad.

-¿Rei?...- Shin se giró de nuevo y miró hacia su ventana acercándose a ella y saltando para llegar al cuadradito iluminado observando cómo ilógicamente subía en la oscuridad sin parar hasta desaparecer. Escuchó su propia respiración agitada ¿era un sueño? Si así era… entonces era el más vívido que jamás hubiera tenido -¿Dónde estás?- pegó la espalda a la supuesta pared y se cayó hacia atrás de golpe.

- Mi nombre es Kyo, no Rei. Y ¿qué estás haciendo aquí? – el chico pelirrojo se acuclilló por detrás de Shin, mirándolo así como estaba en el piso de aquel enorme y ahora vacío salón. Al zó la vista de nuevo, dejando de sonreír. – La fiesta se ha acabado. Se fue.

-¿Se fue? ¿Por qué?- Shin lo miró sin moverse del suelo y se tapó la cara. Se la destapó de nuevo y se volteó hacia abajo en el piso ayudándose de las manos para incorporarse un poco -¿Por qué me dices eso?- se rió como si pensara que bromeaba con él –Tú eres Rei…

- Claro que no, ¿por qué me sigues llamando así? – se rió ante su insistencia, a su vez, echándose hacia atrás y dejándose caer sentado sobre el suelo. – No sé por qué se fue. Supongo que no pertenece aquí, nadie pertenece aquí. Tú también te irás.... – se inclinó de nuevo hacia delante, ahora sonriendo. - ¿Quién es Rei?

-¿Y tú te irás?- preguntó mirándolo a los ojos y como si no escuchara aquello de que él no era Rei, claro que era Rei, debía estar colgado…

Kyo sacudió la cabeza encogiéndose de hombros. – Creo que es más algo como... que este lugar nunca se va de mí. ¿Comprendes eso? – se levantó de pronto extendiéndole una mano. - ¿Quieres venir a mi habitación?

-Sí, pero no te vayas sin mí…- el moreno le sujetó la mano con fuerza levantándose del suelo por fin -¿Qué es este lugar? ¿No es un sueño?

- ¿Un sueño? Un sueño, eso es! Eso lo explicaría........ – sonrió, como súbitamente más animado. – Estaba enojado antes.

-¿Por qué?- lo miró siguiéndolo sin poder quitarle la vista de encima –No quiero que sea un sueño…

- ¿No? Yo..... no lo sé – bajó la cabeza, comenzando a subir las escaleras, e imposiblemente apareciendo dentro de una lujosa habitación, con puertas corredizas e incluso el sonido de un estanque afuera. Le soltó la mano, dando unos pasos hacia atrás, y mirando incierto el lugar. – Porque las cosas no están exactamente como las dejé. Porque no puedo recordar.... si esto estaba realmente aquí! – exclamó, alterándose y tumbando de un manotazo, el perchero que estaba junto al closet. El pelirrojo retrocedió aún más, confundido.

-¿Tú vives aquí?... tú no vives aquí…- el moreno lo miró confundido y seguro de que estaba drogado o algo así, si ni siquiera sabía quien demonios era y además… ¿sería esta la casa del tío ese que estaba siempre con él en el bar? El que le había pegado el puñetazo –Es igual… Rei…- lo abrazó con fuerza contra él –Es igual si no te acuerdas de eso… no importa, sólo… vámonos de aquí, a algún lado, ¿vale? Juntos…

- Sí importa! Me importa a mí! – le contestó, casi luchando con él, molesto porque le dijera eso. – Hice algo muy estúpido y ahora.... Ahora – suspiró calmándose y separándose del chico. – Vamos afuera – le sonrió como si nada, extendiendo su mano hacia él.

-Nunca me habías gritado…- Shin lo miró a los ojos y después su mano estirando la suya como dudando si tomarla o no -¿A dónde vamos? ¿Qué has hecho?- preguntó tomándola finalmente.

- Sólo quería hacer algo... – murmuró, mirándolo de soslayo sin contestarle realmente. – Vamos a........ – un fuerte viento se llevó sus palabras a la vez que iba creciendo en fuerza como si de un huracán se tratase elevándolos y girándolos. El pelirrojo intentó asirse de la mano de Shin tanto como podía, pero era imposible.

-No te vayas!- Shin trató de sujetarle la mano una y otra vez y se sentó en el colchón agitado sin recordar lo que había soñado –Rei…- susurró pasándose la mano por la cara y notando que estaba sudado, sólo recordaba que fuera lo que fuera había soñado con él. Giró un poco la cara de lado al notar el brazo en su cintura y vio a Nagisa –Nagisa…

- No! – Kyo agitó la mano, sintiendo que caía y de nuevo encontrándose en aquella oscuridad. No estaba muy seguro de lo que había sucedido o de por qué se había comportado así con Shin, pero ahora estaba asustado, asustado de quedarse allí de nuevo, solo. Metió la mano entre las sombras del piso, notando cómo se hundían y cerró los ojos dejándose caer, hasta volver a abrirlos ya en la cama. Se sentó asegurándose de que era cierto esta vez y sonriendo al ver que todo tenía dimensiones normales y que Taiga aún dormía a su lado, y se dejó caer de nuevo entre las almohadas, suspirando.

Nagisa observó a Shin de vuelta, en silencio por unos segundos. En realidad, había estado planteándose observándolo por algunos minutos, solamente mirándolo dormir. - ¿Tuviste un mal sueño? – preguntó de pronto, al notar su mirada.

Taiga entreabrió los ojos y se tapó con las sábanas hasta el hombro atrayéndolo contra él y rodeándolo mientras besaba su frente y volvía a dormir.

-No sé… no me acuerdo…- se dejó caer sobre las sábanas de nuevo bastante incómodo de pronto y se pasó la mano por el pelo apartándolo hacia atrás, despeinándose bastante. Lo miró de soslayo pensando que ahora estaba inquieto para dormirse -¿Te desperté?

- No, estaba despierto.... – le respondió notándolo nervioso y deseando preguntarle, pero no era el momento. - ¿Quieres agua? – le preguntó en vez de eso, sentándose para ir a buscarla.

Kyo sonrió, abrazándose también a Taiga, aunque ahora no tenía sueño, pero no le importaba permanecer así.

-No…- se sentó detrás de él y lo abrazó apoyándose en su nuca–Prefiero que te quedes…

El moreno se quedó inmóvil por un momento, hasta que subió su mano tocando los brazos de Shin y bajando la cabeza. – Entonces, me quedo....


 
 

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