Abel subió corriendo por la cuesta camino a casa de Heizen con la camiseta aún un poco mojada sacudiéndola como si fuera a secarse de pronto por arte de magia. Se acercó al portal nervioso porque no sabía si estaría molestándolo a esas horas. Miró el reloj pero aún faltaba para la hora de comer y acabó por llamar.

La puerta se abrió, revelando a una mujer no muy alta, de cabello negro corto. La señora sonrió al ver al chico. – Abel, ¿cierto? Pasa, ya le voy a decir a Heizen. ........ Heizen, Abel vino a verte. –m le tocó la puerta al chico, esperando que abriera.

El moreno salió con una cara que más bien parecía que se dirigía a una reunión d trabajo, y se dirigió al chico, sujetándolo de la mano. – Vamos a salir un rato – le anunció a la mujer, que se despidió con la mano, no queriendo incomodarlo enfrente de su amigo.

- Está bien, diviértanse.

Heizen se llevó a su novio afuera, sonriendo un poco, tras cerrar la puerta, como si sus sonrisas sólo las debiera ver Abel.

Abel sonrió de vuelta rodeándolo por el pecho emocionado porque estuviera feliz de que hubiera ido a buscarlo –Pensé que a lo mejor estabas ocupado… por eso antes me fui a casa de Kaiba.

- No estaba ocupado, sólo leía. – le aseguró, observándolo. – Pero tampoco tienes que pasar todo tu tiempo conmigo.

-No tengo por qué, pero es que yo quiero… me pasaría todo el día contigo si pudiera… ¿a ti te molesta?- lo miró a los ojos y luego sonrió de pronto.

- No, me agrada......... ¿Por qué sonríes así? – lo miró de vuelta, genuinamente confundido, pero serio de todas maneras.

- No sé… porque me dieron ganas al mirarte…- de todos modos se abrazó a él mientras caminaban enrojeciendo un poco –Kaiba y yo estuvimos hablando… sobre lo de que nos estemos separando todos… y lo de que Sanji y Yûhi no vengan… y tampoco Taiga… ¿no te da pena?

- No lo sé, es lo que la gente hace, eventualmente se separan. ¿No es así? Tal vez están.... tomando otros caminos. – se encogió de hombros, de pronto preocupado por si lo estaría poniendo triste, no era su intención. – Pero sólo han pasado unos días, y.... lo cierto, es que me gusta reunirme con todos. – admitió bajando el rostro como si fuera motivo de vergüenza.

-Esta tarde nos reuniremos todos, también vendrán Teki y los demás… y Sanji irá a buscara Taiga… dijo que él también había tenido problemas… no sé qué cosa..- lo miró preguntándose si a él se le ocurriría algo y meditando sobre que la gente tomase sus caminos por separado, pero él no quería pensar en eso.

- ¿No crees que Sanji y Taiga se hayan peleado? - le preguntó, sintiendo que era algo imposible, aunque no sabía por qué le parecía así. Tal vez sólo deseaba creerlo. – Puede haber tenido problemas con Kyo, el otro día se veía. No se veía bien, cuando Nagisa salió a buscar a su hermano.

Abel lo miró muy atento y le cogió la mano –No puede ser… porque… no tiene sentido que ellos se peleen por Kyo cuando Sanji está con Yûhi y… y de todos modos … ¿Qué más da lo que ellos digan? Solo importa si a Kyo le gusta uno o el otro… ¿no?

- Cuando las personas se ponen celosas, suelen olvidar la lógica – lo miró de soslayo, pensando que era muy inocente, pero eso le gustaba. – Todo esto son suposiciones, claro, puede ser por otros motivos.

-Hum.. Hablas como un policía…- se rió mirándolo y le apretó un poco la mano –Yo a veces también me celo… me celaba de Taiga a veces… pero igual no me molestaba, sólo pensaba que si te llegaba a gustar Taiga… tendría que jorobarme…

- Me alegra que no te hayas... jorobado – sonrió ligeramente, aunque sorprendido de nuevo, como sólo Abel solía dejarlo. – Pero no tenías por qué preocuparte, me agrada Taiga pero no de ese modo. Y... suelo leer muchas novelas de detectives – admitió, desviando la mirada, y pensando en que tal vez no debería.

-Yo no leo novelas, que me salto muchos párrafos cuando se ponen densas…- se rió pensando que al menos ya se podía quedar tranquilo respecto a Taiga aunque sabía que él nunca se metería entre ellos -¿Sabes que Kaiba me dijo que ya lo hizo con Sly? Y llevan muy poco tiempo… Sanji dice que Sly es un bandarra….

El chico se rió brevemente cohibiéndose de nuevo, y mirándolo de soslayo como si hubiera hecho algo muy extraño. – Bueno, creo que Sly es muy activo, pero si Kaiba está feliz.......... ¿Has pensado en nosotros? – le preguntó, de nuevo mirando a otro lado, nervioso, pero él también se lo preguntaba.

-Hum- asintió rojo y lo miró de soslayo mordiéndose el labio un poco y viendo que no lo miraba. Le tiró de la mano para que lo hiciera a pesar de lo rojo mirándolo muy serio –No tengo prisa… pero sí quiero hacer el amor contigo… porque te quiero…

- Yo también quiero hacerlo contigo, pero no puedo. No a menos que sepas... y si aún quieres. – lo miró a los ojos, nervioso, casi asustado porque simplemente no quería hablar de eso, no quería no gustarle a Abel.

Abel lo miró a los ojos deteniendo el paseo un momento y parándose frente a él –Yo te quiero de veras…- alzo la vista a pesar de bajar un poco la cabeza –Ya me lo dirás… y cuando lo hagas, te voy a abrazar para que veas que sigo queriéndote….

Heizen le sonrió sin poder evitarlo. – Quédate conmigo esta noche......... – se decidió sujetando ambas manos entre las suyas.
-Vale- lo miró fijamente, un poco nervioso ya por saber qué era lo que tanto ocultaba aunque estaba seguro de que no iba a molestarle realmente, fuera lo que fuera -¿A tu tía le parece bien que me quede a dormir?

- Creo que le agrada, ya he perdido la cuenta de las veces que me ha dicho lo importante que es tener amigos. – le contestó, aún sonriendo un poco., simplemente por estarlo mirando y sintiendo cómo si su rostro se estuviese comportando mal.

- Vale- sonrió abrazándolo y le besó los labios –Le diré a Teki esta tarde para que no se preocupe- apoyó la cara contra él después, cerrando los ojos -¿Vamos al banco mientras que se hace hora de que vengan? Y nos abrazamos.

- Vamos – murmuró el chico, abrazándolo ya de por sí, y mirando serio por encima de su hombro como si se lo fueran a quitar.