.Novela homoerótica para mayores de edad.
 
Capítulo 16- The Gentle Touch


Keika abrió los ojos, ya en su habitación, y giró la cabeza de lado para mirar al moreno, sonriendo un poco. – Hola... – lo saludó como si llevase días de no verlo.

-Hola…- el moreno le sonrió sentándose después a su lado en la cama y pensando en lo que la enfermera le había contado, de todos modos, sin decir nada por el momento -¿Cómo te fue?

- Bien, lo mismo de siempre. – lo tranquilizó por si se había preocupado. – Estaba el albino allí, Ray, creo....

-¿Estuviste hablando con él?- le pasó la mano por el cabello revolviéndoselo un poco para verlo mejor además de para comprobar si tenía fiebre. Sabía que le habían doblado la dosis, como siempre, la enfermera le había proporcionado la información sobre lo que le hacían al chico.

- Sí.... no es tan malo, ¿sabes? Sólo... muy escandaloso. – se rió, dejándose acariciar, que así era como lo interpretaba. – Me dejó dormir con él.

-¿Sí? Qué extraño… yo creía que no soportaba a los niños…- movió una pierna sobre la otra viendo cómo llegar a sacar conclusiones -¿Y cómo es que llevabas la camisa abierta? ¿Te hicieron alguna prueba distinta hoy?- carraspeó un poco, sintiendo que se le alteraba un poco la voz.

- No, lo hizo él, me estaba acariciando- sonrió, negando con la cabeza. – Y me dejó ver su tatuaje. ¿Sucede algo?

-No, no…no sabía que tenía un tatuaje ¿Dónde lo tiene? - negó frunciendo un poco el ceño sin poder evitarlo. Tampoco es como que fuera su hijo pero se estaba alterando terriblemente -¿Te acariciaba?

- Aquí – le mostró señalándose el abdomen, y asintiendo. – Sí, me acarició, hasta que se quedó dormido, y me besó también. – se rió, como si fuese una travesura luego de cómo hablaba el chico.

-Te besó… ¿te besó los labios?- preguntó un tanto preocupado en realidad, además de comenzar a sentir ciertos impulsos asesinos hacia Ray. Le sonrió como para que no creyese que él había hecho algo malo.

- No, el pecho y aquí – se señaló el pezón, sin comprender por qué tantas preguntas. – Y me hizo cosquillas en el ombligo. ¿Sabías que estaba en una banda? Es de Corea.....

-Ya…- respondió totalmente serio como perdido en sus pensamientos, pasándose la mano por el labio –No, no sabía…- contestó después al observar la atención con la que lo miraba el chico mientras él se debatía entre explicarle o ir a hablar con el albino –Mira… hay algo que debes saber…- se rascó una ceja carraspeando luego.

- ¿Qué cosa? – Keika se puso serio, apretando un poco la sábana. Se preguntaba si Ray tenía razón y ahora le iba a decir algo que no le gustaría.

-Yo nunca te he besado ahí ¿cierto? Ni te he acariciado así… mucho menos bajo la ropa… ¿verdad?- cruzó los dedos de las manos, mirándolo a los ojos y luego bajando la vista a su mano –No hay por qué estar nervioso…

- No estoy nervioso por eso... –le aseguró, pensando que le pedía permiso, aunque no comprendía por qué la formalidad. – Es sólo que él dijo que tal vez... me ocultaba la verdad para no hacerme daño.

-Ya te dije que no debías hacerle caso… se siente mal… y es normal que algunas personas nos pongamos tristes, otros nos enfademos y otros… tomen otra forma de desahogarse… - suspiró pensando en cómo volver al tema –Atiende… esa clase de caricias, son las caricias que le haría a mi mujer… ¿comprendes?

- Pues... es que la quiere ¿no? – lo miró a los ojos sin comprender del todo. Sentía que algo no estaba bien, pero no podía precisarlo y ahora sí se estaba poniendo nervioso.

El moreno carraspeó un poco pasándose la mano por la nariz y riéndose sin poder evitarlo, más de sí mismo que del chico –No, quiero decir… que esa clase de caricias no son normales, son… sexuales… - lo miró un poco más serio por fin, sólo de imaginarlo.

- ¿No son normales? - El rubio abrió los ojos como platos, sentándose. – Entonces, ¿es una mala persona? ¿Hice algo malo? O.... pero no me tocó el sexo.

-No has hecho nada malo… y no sé si es una mala persona…no lo sé… pero lo que sí que es, es un aprovechado, eso desde luego…- suspiró con fuerza y le apoyó la mano en la cabeza –Está bien, sólo no vuelvas a permitir que te tome el pelo así… esa clase de caricias debes reservarlas, no son para cualquiera… son para alguien especial… ¿sentías algo especial cuando te acariciaba?

- Hum... sólo un hormigueo en la piel. Quiero decir, se sentía agradable.... – suspiró, sonriendo un poco rojo. - ¿Cómo sé para quien reservo esas caricias?

Wolf lo miró a los ojos pensando en decirle la tremenda sandez de “Aún eres muy pequeño para pensar en esa clase de cosas” que sus padres le habían dicho cuando había comenzado a pensar en chicas, pero sabía que no había sido para nada efectivo y mucho menos útil, sonrió levemente –Lo sabrás…

El chico suspiró pensando que seguro él no se daría ni cuenta, y se recostó contra la pared. - ¿Cómo lo supo usted?

-Porque pensé que era la chica más guapa que existía, no podía dejar de pensar en ella y cada vez que recordaba haber rozado su piel aunque fuera accidentalmente… sentía un estremecimiento, quería que me mirase… sólo a mí- le sonrió, recordando inevitablemente a su mujer cuando ambos se habían conocido –Quería hacerla sonreír…

- Eso es muy bonito – le sonrió el chico, inevitablemente pensando nuevo que debía extrañarla mucho. – Espero enamorarme así algún día.

-Lo harás… estoy seguro…- le sonrió un poco más y lo alzó para cogerlo sobre sus piernas –También puede suceder que alguien te vea así… se enamore de ti y consiga que te fijes… a mí me costó que ella se fijase en mí…

- ¿De veras? Pero si es muy guapo, y agradable... Bueno, es lo que pienso – le aseguró. Claro, que no todos podían enamorarse de la misma persona por más atractiva y agradable que fuera.

-Ya… pero ella era difícil de alcanzar y yo muy tímido… - se rió con suavidad recordando un tanto melancólicamente algo más –Además, creo que no se fijaba en nadie en realidad… así que intenté acercarme a ella poco a poco…

- Y ¿cómo lo logró finalmente? – preguntó interesado. No podía evitarlo, le agradaba escucharlo hablar de su familia.

-Primero siendo su amigo… después… simplemente sucedió… nos besamos porque los dos lo sentíamos así ¿comprendes? No… supongo que no…- sonrió levemente y le besó la mejilla abrazándolo un poco –Ya lo harás… sabrás cuando es el momento...

- Ya lo haré... voy a mejorar, ¿verdad? Y voy a salir de aquí – le preguntó casi como si el médico tuviese algún tipo de poder en eso. Pero le hacía sentir mejor que se lo dijese.

-Sí, haremos todo lo posible…- respiró con fuerza, abrazándolo más fuerte, odiándolos por haber cogido a un niño tan pequeño, era horrible… pero al menos tenía una esperanza, de poder sacarlo a él de allí.

 
 

Tambien puedes dejar tus comentarios y opiniones en la sección de este fic en el foro, solo tienes que presionar en Hansa.

foro yaoi
yaoi shop, yaoi t-shirts, uke t-shirts, wings on  the back