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Argumento: La luz se apaga, la luz se enciende. La luz se apaga, la luz se enciende. Dicen que en la oscuridad existe lo mismo que en la luz, sólo que con menos visibilidad. Pero quizás cada vez que parpadeas, algo te mira de vuelta. Algo que no puedes ver, pero que sin duda te puede ver a ti. Esto es lo que nuestros protagonistas averiguarán, llevados por esa típica rebeldía adolescente. Esa curiosidad sabia, pero a la vez infantil que al igual que el resto de las penumbras, aún está indecisa entre la niñez y la madurez. Sólo queda rogar que puedan finalizar el recorrido, no vaya a ser que un simple desvío se convierta en su limbo eterno. *+18,
incesto
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