Lo que es, lo que fue, lo que pudo ser y lo que aún podría suceder. Todas estas posibilidades se entrelazan en la vida de cada persona y los protagonistas de esta novela no son diferentes. Hay quienes usan y quienes son usados e incluso aquellos que permanecen danzando peligrosamente en la línea divisoria, pero al final, cada quien tiene que vivir con sus propias decisiones y de la misma manera, cada cual debe tomar las riendas de su propia vida, antes de que esta decida por ti.

Esta novela puede ser demasiado fuerte para algunas personas! Léete las advertencias en el género!

They have opened the gates of hell...?

Dicen los optimistas que cuando una puerta se cierra, se abre una ventana. ¿Pero qué sucede si esta puerta no debía ser abierta en primer lugar? Incluso si logras cerrar la ventana también, ¿habrá alguna garantía de que fuese la única? ¿Cómo saber que todo lo que estaba del otro lado permanece en el otro lado? Y lo más importante… ¿cómo evitar la tentación de abrirla de nuevo y mirar… sólo por un segundo?

El instituto de investigaciones G.R.C. como su nombre lo dice, se encarga de investigar fenómenos paranormales y sin explicación aparente, desde un punto de vista científico. Es de suponer que su personal vive en constante peligro de abrir una de esas puertas. No sólo les intriga, algunos incluso lo desean. Pero si no se es cuidadoso, se puede terminar involucrando a los que te rodean, e incluso a quienes no están relacionados. O tal vez, a algunas personas simplemente las persigue la casualidad.

Hay un mundo en el que para triunfar se debe ser fuerte, inamovible y astuto, pero sobre todo hay que saber cuidar y vigilar muy bien a los tuyos, el mundo del crimen organizado. Los líderes de dos familias, Akiyama y Okimoto, se han esforzado por llegar a la cumbre, cada cual siguiendo sus propias reglas, ambos han elegido caminos diferentes y ambos han estado en el medio de una guerra fría desde hace años. Ahora es el momento de que las nuevas generaciones empiecen a asumir el poder. ¿Cuál camino ha sido el correcto, cuál ha sido el más efectivo? ¿Es lo mejor aferrarse a los valores tradicionales ya que estos te dan las raíces sobre las que crecer, o arrojarse a las ideas del presente y de esta forma impulsarse hacia el futuro? ¿Y qué sucede cuando los sentimientos entran en juego?