.Novela homoerótica para mayores de edad.
 
Capítulo 65- Clash of the Leaders

Sanji pasó al interior de la universidad con unas maderas bajo el brazo y la caja de herramientas en la otra. Sintió que le daba la risa de que todos lo estuvieran mirando como si llevar ropa de trabajo o unas maderas fuera el gran show… Claro, que eran estudiantes y seguramente aquello era lo mas interesante que habían visto en toda la mañana. De todos modos y traumáticamente, ninguno le gustaba.

Bajó por las escaleras de piedra hasta la parte inferior donde le habían dicho que tenía que reparar un trozo de parquet. Normalmente iban los viejos a esas cosas o lo mandaban con uno de ellos pero esta vez habían decidido dejarlo en sus manos… milagrosamente. Se quedó mirando que aún había unas cuantas personas en la clase a pesar de ser el descanso y aún así apartó las mesas como si nada para arreglar el agujero –Te tienes que levantar…- sonrió viendo que era Nagisa el que seguía leyendo sin hacer caso y le bajó el libro con un dedo –Nagisa… tu culito… levántalo…- se rió.

- ¿Cómo? – el chico levantó la vista al escuchar que lo llamaba por su nombre y enseguida frunció el ceño. – ¿Sanji? Pero no me lo digas así! Y se dice por favor... – le gritó, rojo y luego un poco avergonzado por gritarle, pero le había dado mucha vergüenza eso del “culito”.

-Por favor… ¿levantas tu culito? Nagisa…- Sanji alzó una ceja rascándose la mejilla y por un momento sintiendo la tentación de agarrarle la cabeza y estampársela con la mesa. Si no fuera porque Taiga le había hablado de cómo era su hermano cientos de veces o más –Y no me grites… que no soy Taiga ni tengo su paciencia.

- Pues no me hables de mi “culito” ¿quieres? – lo miró, más rojo porque le hiciera decir eso, y ahora molesto, aunque levantándose de la silla.- Ahí está, con un simple “¿puedes levantarte?” bastaba.

- Mira… entre Taiga con que no hable de tu culo y tú con lo mismo creeré que tu culo es un tabú o algo…- se rió apartando la mesa y la silla y bajó la mirada para verle el culo –Pero gracias por cultivarme respecto al correcto modo de pedirle a alguien que se levante de una silla, es que como yo no voy a la universidad… soy muy bruto… ¿ves?- se burló agachándose para reventar las tablas como corroborándolo, aunque le había dado la risa.

- No es eso! Es decencia común. Y es que..... no se dicen esas cosas y menos en donde te puedan escuchar otros. – se cruzó de brazos aún rojo, y pensando que aquello sonaba muy mal. – Y de todos modos, no se trata así al líder de otra banda, aunque no sea tan grande como tú.

-¿Qué cosa?- Sanji lo miró mientras arrancaba otra madera –No te trato de ninguna manera que no trate a cualquiera… ¿vas a empezar una lucha de bandas sólo porque haya dicho tu culo en diminutivo? Es un culo pequeño… puedo decirle culito… además es bonito…- se rió –Los lideres de las bandas también pueden tener un bonito culo ¿Sabes?

- Sanji..... – lo miró con ganas de estamparle con un libro en la cabeza, pero absteniéndose porque estaba demasiado grande y era cierto, que no quería empezar una lucha de bandas. Además, conociéndolos a todos, sería una lucha más ridícula de lo que debía ser. - ¿Te han dicho que eres desesperante?

-No… es la primera vez… pero me han dicho cosas mucho peores si te sirve de algo…- se rió como si nada y rompió otra de las maderas sin dejar de observarlo –Nagisa… ¿quieres matarme y no te atreves porque soy muy grande?- lo miró con una sonrisa en los labios –Aprovecha ahora que estoy agachado.
- ¿Me estás tentando? No me tientes, Sanji... – refunfuñó el chico, girándose y añadiendo para conservar su dignidad. – Y si quisiera pegarte de veras, ya lo habría hecho.

-Vale… pues no me pegues porque podría estamparte en la pared de al lado de una hostia… si quisiera hacerlo, claro…- sonrió siguiéndole el rollo de tira la piedra y esconde la mano -¿Y te estaba tentando? ¿Es porque viste la foto de mi culo? Te gusto ¿verdad? Te dejo que lo toques…

- A pegarte! Me estabas tentando a pegarte! - protestó el chico apretando el libro con una mano y mirándolo cabreado. – Y ... ah, cállate!

-Sh… no me digas que me calle que está feo… - el moreno lo miró sonriendo porque ya le estaba haciendo gracia tanto cabreo y ni entendía muy bien el por qué de tanta alteración –Joder, qué genio tienes… no te pareces nada a Taiga eh…- se levantó cogiéndole el libro y sacándoselo un poco a la fuerza –Y si vas a pegarme, no uses Instrumentos contundentes… que soy muy sensible al dolor…- se agachó de nuevo en la madera para seguir el trabajo –Y yo que pensaba que iba a aburrirme… ¿para qué carrera estudias?

- Abogado. – sentenció serio, y sonriendo un poco después. – Y si te fuera a pegar, me importaría muy poco lo sensible que seas al dolor. Eso no es una pelea de verdad.

-Es lo que dices… pero eso es porque no sabes la carita de pena que puedo llegar a poner cuando me duele…- le sonrió mirándolo sólo un momento mientras empezaba a colocar las maderas nuevas en el agujero –Además, yo no me pelearía de verdad contigo, antes te encierro y ahí te dejo…- se rió por lo bajo porque lo decía para molestar –Chupasangre… ¿no?

- Abogado – insistió. – Tengo muchos amigos problemáticos. – se sentó de nuevo, en una silla más apartada, observándolo trabajar. – Y me gustaría verte intentarlo. Puede que no te lo parezca pero sé pelear muy bien.

-Vale… luego jugamos, pero ahora tengo que acabar esto, porque si no me van a despedir…- se rió entre dientes y lo miró entrecerrando un ojo y limpiándose la cara –Una tablita más y jugamos…

- Pero yo no quiero jugar! Y no es jugar! Agh! Eres más que desesperante! – se quejó, tomando sus libros y poniéndose de pie para irse.

-Eh! No te vayas, Nagisa…- el moreno se levantó aunque no podía dejar de sonreír y se paró frente a él bloqueándole el paso –No te vayas hombre… si era broma, va…

- ¿Broma o burla? No me gusta que me traten como si fuera un niñito – le respondió, mirándolo serio a los ojos.
… era broma…Yo trato así a todo el mundo, ni siquiera sé a qué te refieres… - se rascó un poco la cabeza como meditando y sonrió sin poder evitarlo, pensando en lo gracioso que era ver a alguien tan parecido a Taiga tan rotundamente serio.

- Vale........ – lo miró desconfiado, porque no estaba seguro de lo que decía e intentando recordarlo en la reunión que habían tenido, pero con semejante escándalo le era casi imposible concentrarse en un solo comportamiento. – Y ahora ¿de qué te ríes?

-Estaba pensando en lo mucho que te pareces a Taiga y que nunca lo vi tan serio a él… pensaba en eso…- se rió en bajito y bajó un poco la cara observándolo detenidamente –Pero tú eres más guapo.

Nagisa sintió cómo su rostro se coloreaba de rojo brillante y bajó el rostro intentando cubrirse y carraspeando para poder cubrirse la boca con la mano de paso. – Taiga es muy tranquilo, demasiado.... – murmuró como si el otro comentario no existiera.

Sanji lo miró pasándose un dedo por el puente de la nariz y sonrió aún más abiertamente al notar lo que hacía –A mí me gusta como es Taiga… claro que él no es nada cute…- se rió sin poder evitarlo y le levantó la cara con un dedo.

- Yo no soy cute! Si soy igual a mi hermano! Y además..... a mí también me gusta cómo es Taiga, no he dicho lo contrario. – lo miró desafiante, aunque en realidad quería irse rápido de allí, antes de que su rostro echara fuego.

-Sí eres cute… y no eres igual, eres muy parecido- se rió sin dejar de observarlo y más aún ahora que veía ese destello en sus ojos como si quisiera morderle -¿Sabías que estás… un “poquito” rojo?

- Ah! Ya déjame! – le apartó el dedo por fin de un manotazo y quitó la cara casi girándose de espaldas con un solo movimiento. – Y no soy cute, ya para con eso.

-¿Y si a mí me lo pareces? A mí me puede parecer cute quien me dé la gana…- se rió recogiendo las maderas y tirándolas en la basura. Sujetó la bolsa de herramientas colgándosela al hombro de nuevo –Yo sé… es porque sólo puedes pensar en la foto de mi culo mientras te hablo ¿a que sí?- preguntó parándose a su espalda.

- No! Y no la vi! Casi... no la vi. – murmuró aún más cohibido y cabreado de que lo estuviese molestando así. – Y no deberías enviar fotos de tu culo a la gente....

-Si fue Kyo quien me dijo que quería verlo… no me culpes a mí, encima que trataba de hacerlo feliz…- se rió porque más bien había sido todo lo contrario –Además, todos me dijeron que era un bonito culo, si quieres te lo muestro… pero como ahora es famoso sólo en sesiones privadas.

- Que no! Qué obsesión, de veras! Y al que debiste mostrárselo privadamente es a Kyo. – se alejó un poco más como escabulléndose y se giró para mirarlo, ahora que se sentía más compuesto. - ¿Qué no te importa que todo el mundo lo vea? ¿Eres exhibicionista o qué?

-No me importa que me lo veas tú en una sesión privada… eso dije… así que no tergiverses- se rió un poco sin importarle nada su enfado –Y a Kyo yo le mandé una carta privada no es mi culpa si él se dedicó a mostrarla… ¿estás enfadado de veras? ¿O es que tienes un genio terrible?- preguntó sonriendo de medio lado.

- Estoy.... molesto. Y no tengo un genio terrible, es tu culpa! No paras de decir cosas avergonzantes. – se quejó no muy seguro, ya que ninguna de las dos opciones le parecía favorable. – Y ya te dije que no quiero ver tu culo!

-Pero si ya no te insistí más con eso hombre… será que es lo que tú quieres y ya hasta lo alucinas…. ¿prefieres verme la polla?- se rió observándolo –No te molestes con el mejor amigo de tu hermano… y sobre todo no le digas nada de esto…- se rió pasándole por al lado y revolviéndole el pelo con una mano.

- ¿Qué? ¿No quieres que te riña? – se burló, cruzándose de brazos de nuevo, aunque a sabiendas de que a su hermano seguramente hasta le daba pereza reñir. –Y sí insististe con lo de la sesión privada. No me estoy imaginando cosas!

-No, no quiero que me riña… que se pone muy pesado si es contigo “ Tío no te pases con mi hermano…”- murmuró de espaldas a él. Se volteó señalándolo con un dedo –Y… ¿ves? No paras de hablar de eso… en realidad sí que quieres.

- No quiero!!!!!!!!! – le gritó aún más fuerte, borrando la leve sonrisa que habían formado sus labios al escuchar eso de su hermano.

-Dios! Cómo gritas… de veras… - se tapó una oreja entrecerrando un ojo a la vez –Pensarán que trato de violarte o algo… me voy… que te estás poniendo histérico y no me gusta que me griten…además de que al final se quejarán a mi jefe o quien sabe. Venga, por la sombra… - dijo haciéndole una seña con la mano de despedida.

- Pues no vayas por ahí molestando a la gente si no te gusta – refutó el chico, haciendo un gesto con los labios y tomando sus cosas para salir del salón de todos modos, mirando a su alrededor luego para ver si alguien lo miraba de la manera en que sugería Sanji.

-Pesado… ya te dije que no te molestaba, es mi forma de ser ¿Qué quieres? ¿Qué me ensaye algo para ti antes de hablarte o qué?- el moreno se paró volteándose y mirándolo a los ojos –Trataba de hablar contigo pero mira… olvídalo ¿quieres? Joder…

- No, espera. Pero si me quieres hablar, no bases la conversación en tu culo o en el mío. No es buen tema, ¿no lo notas? – lo siguió, sin saber ni por qué debía creerle. Probablemente porque sí se veía enfadado.

-¿Pero qué me dices? Si fuiste tú el que empezó con lo del culo y a gritarme según llegué y a darme lecciones de educación ¿Sabes que es de muy mala educación hacer eso? ¿Eh? Yo sólo te dije que levantaras tu culito y tu te pusiste todo borde, ni siquiera pensaba en tu culo mientras lo decía ¿sabes? Y ni que tus amigos fueran tan finos… creía que podía comportarme como era… ya veo que no… pero no te preocupes esto no es nada, las cosas siguen como estaban- dijo refiriéndose a lo de las pandillas –Suerte, paso de discutir.

- ¿Ah, sí? Pues este soy yo también! Y no, mis amigos no serán muy finos, pero igual les grito a ellos! ¿O te crees que no? Y no intentaba darte lecciones de educación, sólo que no me gusta que me hablen así! O ¿es que tú puedes ser como eres y yo no? ¿Querías que me inclinara y dijera “Oh, si el gran Sanji me lo ordena, no protestaré ni levantaré la voz, sólo me deslizaré silenciosamente de su camino?” – continuó el moreno, como si el otro chico no hubiese dicho nada acerca de no discutir.

-Nagisa…corta el rollo tío que me estás llenando…- el moreno se volvió a mirarlo y se aproximó a él dejando la bolsa de las herramientas sobre una de las mesas –Yo no tengo ningún puto sentido del orgullo como para que quiera que nadie se ponga a obedecer mis órdenes. Si lo hacen, es porque les da la gana y yo no elegí ser el líder de mi grupo ni siquiera y yo soy como me da la gana, tú puedes serlo, ¿pero sabes qué? Yo no te he tratado mal ¿o sí?! Dime lo primero que haya hecho, no puedes tratar a la gente como la mierda, no me puedes tratar como la mierda sólo porque sea tu forma de ser - le empujó el pecho con un dedo sin moverse del sitio y alzando la cara.

- Yo no te he tratado como la mierda y ¿puedes dejar de hacer eso? – le sujetó el dedo apartándolo de su pecho. – Tampoco puedes ir por ahí metiéndote con los demás y molestándolos porque sea tu forma de ser ¿o sí?

-Oh… venga ya!… ¿Decirte cute… que eres más guapo que tu hermano… eso es molestar? Perdona… pues estás muy bueno… y tienes un cuerpo muy bonito y unos ojos preciosos… ¿Por qué no me pegas por ser tan carbón de insultarte así? ¿O era la parte de quieres ver mi culo lo que resulta insultante?- lo miró a los ojos con un gesto sarcástico.

Nagisa se quedó callado de pronto, su rostro encendiéndose como si quisiera alumbrar todo el pasillo y se pegó a la pared como si quisiera traspasarla y salir del otro lado. Quitó la mirada para que no siguiera viéndolo así. - ¿Qué no ves que esas cosas me dan vergüenza?! Eso es obvio, ¿no?! Además, sólo lo dices por eso.

-No, lo digo porque lo pienso ¿te crees que soy un médium que sepa que esas cosas te den vergüenza o no? Vale que cuando te dije que eras guapo vi que te ponías colorado y me pareció cute… pero no lo dije para avergonzarte y ya vale… de veras… ahora estoy cabreado por cosas que tampoco son tu culpa… ¿OK? Lo siento… me tengo que ir porque no quiero que me despidan para una vez que me dejan a mí al cargo… abur…

- Sí, vale, abur, como sea..... – se despidió con una mano, sin querer alzar el rostro y además confundido. A pesar de todo refunfuñando en voz baja para que no comenzara de nuevo. – Y no soy cute....

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